“Todo gran sueño comienza con un gran soñador”, dice una frase célebre que Rafael Celiz representa a la perfección. El cordobés de Villa Unión tuvo que pasar por un momento difícil para volver a encontrarse con su pasión. En cuarentena, la ilustración se terminó convirtiendo en una salida laboral, ya que se había quedado sin trabajo en una fábrica y tenía que buscar la manera de alimentar a su familia.
Tras ser descubierto por un artista mexicano, uno de sus dibujos lo llevó finalmente a ser convocado para competir en un concurso de dibujo internacional. Como no podía ser de otra manera, eligió a “Carlos La Mona Jiménez” como personaje a dibujar en la competencia. Rafa habló con “Expresión Norte”, para contar su experiencia.
E.N: ¿Cómo fueron tus comienzos en la ilustración?
R.C: “Siempre tuve la pasión por el dibujo. Desde muy chico mi mamá me mandó a estudiar. Ella fue la que descubrió mi don y después junto con la profesora fui progresando. A los 9 años ya manejaba la tinta china y empecé a sombrear. Como tenía compañeras adolescentes, quería dibujar como ellas. No quería que me dieran dibujos infantiles. Ahí empecé a dibujar con sombras, que es lo que más me gusta, en blanco y negro. Amo dibujar con grafito. Después por circunstancias de la vida tuve que dejar, pero en el colegio había hasta dibujado a Sarmiento en el pizarrón”.
E.N: Guardaste esperanza en tus dibujos… ¿Cuál fue el momento en que te diste cuenta que podías empezar a vender tus dibujos en cuarentena?
R.C: “No sabía que hacer en la cuarentena, me estaba volviendo loco. Sinceramente, no me ingresaba dinero de ningún lado, porque trabajaba informalmente y me quedé sin trabajo. Me mudé el mismo día que arrancó la cuarentena, así que era terrible mi preocupación. Y en ese malestar, me busqué calmar y dibujé a mis hijos por insistencia de mi mamá. Ella me dijo que empezara a vender mis dibujos, yo tenía miedo por la falta de ritmo, pero lo publiqué en las redes sociales y me salió un comprador de Villa Nueva, y así otros”.
E.N: ¿Cómo y cuándo te llegó la propuesta para participar en el concurso?
R.C: “Estoy en un grupo de dibujantes donde subía mis dibujos. Ahí elogiaban algunos detalles y entre todos nos alentamos. Me llegó un mensaje de Jesús Sai, que hacía una dinámica internacional. Me invitó y como empezaba al otro día, agarré el primer trabajo que tenía a mano (que era el de una clienta) y participé. De 65 participantes quedé quinto. A mitad de agosto era la próxima dinámica, así que con todo me metí a competir”.
E.N: ¿Por qué elegiste dibujar a La Mona para participar?
R.C: “Elegí dibujar a La Mona porque soy el único cordobés participando, amo el cuarteto y soy fanático. No lo dudé, tenía que dibujarlo a él. Yo quería competir con algo en que me podía ir mejor que en la instancia anterior. Me dije ‘lo dibujo al más grande’, y arranqué a dibujarlo”.
E.N: ¿Te sentís identificado de alguna manera con La Mona en tu arte? ¿Pudo llegarle alguno de tus dibujos?
R.C: “Si, me motiva muchísimo dibujarlo. Yo escucho su música y cuando me toca dibujarlo es a todo volumen. Tengo una pasión tremenda por él. En cuanto a si le llegó uno de mis dibujos, tengo entendido que sí. Lorena Jiménez (hija de La Mona) compartió todos mis estados, es una genia, se portó muy bien conmigo desde el primer momento y me contactó. Estoy seguro que le llegó, pero todavía no recibí nada de él, aunque me gustaría. Necesito su mensaje, su video, algo que me derroche esas lágrimas de emoción. Sería la frutilla del postre. Ya dije que si gano con este dibujo, no lo vendo porque quiero que me lo firme, va a ser mi trofeo. No lo podría vender porque tiene un cariño especial”.
E.N: ¿Cuál será tu premio en caso de ganar?
R.C: “El premio son 1000 pesos mexicanos, que no es mucho (3000 pesos argentinos) pero sirve porque es en materiales. Así que si gano, me va a alcanzar justo para que me haga una mesita para dibujar”. Cabe destacar que por el momento, Rafa está dibujando sobre la mesa de su comedor, donde la mayor parte del tiempo están sus hijos o comen en familia. Por ese motivo, sería una gran adquisición para este gran talento cordobés tener su propio espacio de trabajo.