¿Cómo y cuándo surgió la idea de crear El Roperito de Berta y qué papel jugó la inspiración de tu perrita adoptada, Berta, en el desarrollo del emprendimiento?
La idea del Roperito surgió hace un par de años, cuando adopté a Berta. Empezamos a ir al Parque de las Tejas y, al conocer la hermosa comunidad perruna que se junta todas las tardes, se me ocurrió llevar chalequitos de polar soft para vender allí. Y así arrancó todo. Con el tiempo, fui sumando conjuntos de pretales y correas, juguetes y distintos accesorios. Todo nació gracias a ella y al amor que me inspira. En mi cuenta de Instagram @elroperitodeberta, además de vender productos, comparto información sobre adopciones.
¿Cómo definís a tu emprendimiento en pocas palabras? ¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Lo defino con tres palabras: ternura, amor y alegría. El Roperito de Berta me conecta directamente con Berta y con todos los perritos, a los cuales amo profundamente. Desde chica soy amante de los animales, y poder dedicarme a algo que los involucra me llena el alma. Lo que más disfruto es ver la felicidad de los perritos cuando se llevan un juguete nuevo… ¡parecen niños! (risas).
¿Cómo seleccionan o diseñan los accesorios y prendas para mascotas que ofrecen, y cómo equilibran estilo, comodidad y seguridad?
Tratamos de elegir prendas cómodas, con telas suaves y abrigadas para el invierno, y modelos coloridos y frescos para el verano. Tenemos ositos, impermeables, chalequitos, poleras, camisas y vestidos. Los pretales y correas son reforzados, de excelente calidad. Contamos con pretales tipo “H” antitirones —que dan más libertad a las patitas— y otros regulables, ideales para perritos pequeños o tranquilos. Las correas vienen en varios largos y también tenemos las manos libres, muy prácticas para paseadores.

Adoptar, cuidar y mimar a un animal transforma la vida. Ellos nos enseñan a ser más sensibles, más humanos. Con cada prenda, con cada accesorio, intento transmitir eso: que la ternura también puede ser un acto de amor consciente y responsable.
¿Qué desafíos enfrentaron al trabajar con un público tan particular —mascotas y dueños— y cómo lograron posicionarse en redes y en el mercado local?
El desafío más grande es mantener la innovación constante. En redes hay que estar siempre creando contenido nuevo, de calidad, que conecte con la gente. Buscamos que cada publicación transmita la esencia del Roperito: amor, empatía y diversión. También es clave escuchar a la comunidad, leer los comentarios y estar atentos a lo que los dueños y sus mascotas necesitan.
Mirando hacia el futuro, ¿qué nuevos proyectos o eventos tienen planeados? ¿Cuáles son tus sueños?
Para Halloween organizamos un Desfile de disfraces para perros en el Parque de las Tejas. Hubo sorteos y premios. Así que
Estamos planeando una edición navideña en diciembre, pero esta vez queremos asociarnos con una fundación que rescate animales, para que todos podamos colaborar con ellos. Sería una manera hermosa de cerrar el año ayudando. Mi sueño es seguir creciendo como emprendimiento y, en un futuro, poder tener nuestro propio local, un espacio donde cada mascota encuentre algo hecho con amor.
Detrás de cada prenda hay una historia, una emoción y un vínculo especial. ¿Qué mensaje te gustaría transmitir con El Roperito de Berta?
Que adoptar, cuidar y mimar a un animal transforma la vida. Ellos nos enseñan a ser más sensibles, más humanos. Con cada prenda, con cada accesorio, intento transmitir eso: que la ternura también puede ser un acto de amor consciente y responsable.
En definitiva, tu emprendimiento nació de un lazo muy personal. ¿Qué lugar ocupa hoy Berta en todo esto?
Berta es el corazón del Roperito. Ella fue la inspiración, la primera modelo, la compañera de todos los días. Gracias a ella descubrí que se puede unir la creatividad con el amor por los animales, y que de ese vínculo pueden salir cosas hermosas. Por eso digo siempre que El Roperito de Berta no es solo un emprendimiento: es una historia de amor hecha a medida.
Más info: elroperitodeberta





