En Córdoba, nace la Casa de las Infancias “María Elena Walsh”

El 1° de septiembre de 2025, el intendente Daniel Passerini inauguró en el ex Centro Cultural General Paz un espacio lúdico y cultural gratuito destinado a niñas, niños y familias con juegos, arte, derechos, actividades y mucha imaginación.

El viejo edificio del ex Centro Cultural General Paz parecía condenado al olvido. Abandonado durante años, cubierto de polvo y silencio, se fue apagando en la memoria del barrio. Pero este septiembre, en una jornada cargada de emociones, volvió a la vida con otra misión: ser la Casa de las Infancias “María Elena Walsh”, un espacio lúdico, cultural y profundamente político dedicado a niñas, niños y familias cordobesas.

La Casa lleva el nombre de María Elena Walsh no solo como homenaje, sino como manifiesto. La voz poética, disruptiva y libre de Walsh recorre cada sala: desde la biblioteca infantil hasta los murales de colores intensos que invitan a imaginar mundos. Es un espacio diseñado desde la diversidad, para abrazar a todas las infancias, sin importar su origen, sus capacidades ni sus circunstancias.

Entre las distintas zonas del lugar se destacan la sala sensorial para la primera infancia, un teatrino de títeres, una biblioteca con rincones de lectura compartida, un laboratorio creativo con talleres de reciclaje, madera y arte, y una sala inmersiva que revive los derechos de niños y niñas a través del juego. Todo gratuito, todo pensado desde el derecho al juego, a la cultura, al vínculo.

El ex Centro Cultural General Paz ahora es un lugar público y gratuito, pensado especialmente para que niñas y niños vuelvan a disfrutar del juego, combinando propuestas digitales y analógicas

Un detalle que conmueve a quien lo recorre: el mural “Aquí estoy”, una instalación colectiva hecha con juguetes, fotos y objetos de la infancia cordobesa, donde lo personal se vuelve memoria social. “Este espacio es memoria viva. Es parte del alma de la ciudad”, comentó una vecina mientras recorría las salas con su nieto.

Un refugio para soñar

La propuesta de la Casa no es sólo arquitectónica. Es una política de largo aliento. Desde el municipio confirmaron que funcionará todo el año con talleres permanentes, visitas escolares, actividades culturales y ciclos abiertos para instituciones. La gestión se articula con organizaciones sociales y equipos especializados en educación y salud infantil.

La reapertura del edificio no sólo resignifica un punto urbano antes degradado, sino que lo convierte en epicentro de una nueva mirada sobre lo público: una ciudad que cuida, que juega, que abraza. Una ciudad que decide invertir en el presente de quienes son su futuro.

Cuando se abran oficialmente las puertas al público, a mediados de septiembre, será el turno de las familias. Pero ya es posible intuir lo que se viene: un espacio donde la ternura no es un adorno, sino una forma de hacer política, de construir comunidad, de soñar en voz alta.-

Más info: Juan P. Pringles 420 – B° General Paz