Es de Arroyito y recorre en bicicleta los pueblos abandonados de Córdoba

"En la mayoría de los casos, visito parajes y colonias rurales. Muchas veces encuentro capillas y escuelas que no figuran en ningún mapa. Es emocionante", relata Alejandro Saluzzo, un verdadero apasionado por la bici, la aventura, la historia y la cultura.

Alejandro Saluzzo es de Arroyito (Córdoba) y desde hace un par de años comenzó a andar en bicicleta con el objetivo de conocer rincones cordobeses poco difundidos u olvidados en el tiempo. De esta manera, recorre los rincones inhóspitos  de Córdoba en busca de lugares abandonados y las historias que yacen dormidas entre sus ruinas.
“Cuando salíamos con amigos y con mi padre -que tiene 77 años y todavía me acompaña a hacer estas recorridas- le contábamos a nuestro círculo cercano sobre los lugares que íbamos a visitar”, cuenta Alejandro, empleado de ARCOR, sobre como surgió la idea de crear la cuenta «Pueblos y Lugares a pedal»., y agrega: “A medida que fuimos haciendo publicaciones, veíamos que había un cierto interés de la gente, que reconocía estos lugares porque había vivido allí o porque había escuchados sobre ellos. Muchas veces encuentro capillas y escuelas que no figuran en ningún mapa. Es emocionante”.

Pedaleando entre historias olvidadas

Amante de la historia y de la cultura de cada lugar, encontró la manera de unir sus pasiones para generar un espacio de intercambio donde la nostalgia está siempre presente en cada publicación que se nutre a diario de los comentarios de sus seguidores, constituyendo un registro invaluable a nivel cultural, histórico y también comunitario y social.
Lomas de los Indios, Colonia Muller, Monte Tala, Colonia Puerta de los Montes, Colonia Madreselva, Colonia El Desquite, Abra del Manzano, Colonia Severina, Las Palmitas, Tres Pozos, Pozo del Moro, son algunos de los parajes y destinos visitados por este apasionado ciclista.


“Trato de registrar de una manera metódica cada uno de los lugares que visito. En la mayoría de los casos son parajes y colonias rurales, donde hay capillas o escuelas. De cada lugar indico dónde está situado, las características, el año de fundación y distintos datos de interés. También agrego fotos a Google Maps, para que les sirvan a otros ciclistas que quieran hacer estos itinerarios. Después invito a la gente a que sume y aporte datos para mantener la historia de estos lugares”, expresa este aventurero cordobés.
Así, con cada pedalada, Alejandro se sumerge en un viaje en el tiempo, visitando pueblos y aldeas que alguna vez fueron bulliciosos centros de actividad. “Me gusta todo, desde la planificación, hasta el día en que empezás a pedalear. Pero lo que más me emociona es cuando de repente llegas a un lugar y descubrís una capilla, un club o una cancha de fútbol que no están registrados. Lugares que están ahí desde hace muchos años y que uno descubre y puede mostrarlos a otra gente. Eso me da una sensación muy linda”, revela orgulloso y feliz de sus travesías.-