“Jueves Retro” de luto por el fallecimiento inesperado de Edgardo Rafael Bertone (69 años) el pasado martes 5 de mayo. Arquitecto y gran apasionado del cine de calidad, su preferencia y extenso conocimiento sobre los films denominados “alternativos” era compartida a través de diversos ciclos de proyección que había organizado a lo largo de los últimos 40 años. “Cine con identidad” era uno de ellos y lo llevaba adelante con mucho entusiasmo hasta principios de este año en el Teatro La Llave de B° Villa Belgrano. En su casa de barrio Lomas de San Martín, más de dos mil películas componían su repertorio fílmico.
EXPRESIÓN NORTE tuvo la dicha de entrevistarlo en la edición de FEBRERO 2020.
“Edgardo murió en la soledad de la pandemia, en plena cuarentena, con la ilusión intacta de reabrir la sala y volver al reencuentro de lo que más amaba ser y hacer, ese gran apasionado del cine. Puro amor y compromiso. Y, vaya paradoja, el día que cerramos la sala por la cuarentena que estamos transitando, la última actividad que se hizo fue El Cine. El último día que el teatro estuvo abierto, Edgardo proyectó la que -sin saberlo- sería su última película, su último martes, su último ritual, su último reencuentro, su último sueño… No imaginamos el cine sin él. Porque él era el cine. Él era las películas. Él era las historias”, recordaron con mucha tristeza desde Teatro La Llave.
¡Qué en paz descanses Edgardo!
Películas de acá, de allá y de todas partes
La iniciativa de crear “Cine con identidad”, seguramente se relaciona con su propia identidad… ¿cómo nació la idea?
Desde niño, tuve una gran pasión por el cine. La magia de las imágenes siempre produjo una gran atracción en mí, atracción y pasión que se mantuvo durante el correr de los años. No sabía leer ni escribir e iba al cine con mis padres en mi pueblo natal. Esa pasión sigue intacta. Comencé en la exhibición del cine alternativo hace alrededor de 40 años, a fines de los años 70, por invitación del Dr. Gustavo Falaviña. quien me invitó a incorporarme al equipo del Club de Cine del Colegio Médico, del cual Gustavo era Director y su creador. Años más tarde, con Gustavo, creamos “El Biógrafo, Buen Cine” que comenzó como una experiencia de cinco semanas en el Cine Peña de Villa Cabrera y que se prolongó, gracias al apoyo del público, durante varios años. Luego se incorporó al grupo la Señora Inés Allende y la experiencia se extendió a numerosos barrios de nuestra ciudad. Lo último que fundamos fue el “Teatro Córdoba, Buen Cine” en los años 80. En el año 1986 me radiqué en la ciudad de Nueva York, donde viví 19 años. A mi regreso, por iniciativa de la Dra. Dora Celton, Directora del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba, organicé un ciclo de cine en la institución de la calle Vélez Sarsfield que duró varios años y luego inicié mi recorrido por distintos lugares de la ciudad.
¿Qué tipo de películas se proyecta en “Cine con identidad”?
No se trata de dar o no dar una película. La selección la hago pensando en el público asistente a través de las opiniones que recibo de ellos (no doy cine para mí) y el material elegido siempre tiene como finalidad hacer pensar a la gente. También elijo todo aquello que sea desconocido y que pueda ampliar sus conocimientos. Hay muchísimo material que el público de nuestro país desconoce y trato que puedan conocerlo. A veces no es fácil conseguirlo, pero busco en los listados de las casas que se dedican a su venta para descubrir y conseguir pequeñas joyitas del cine universal. Por eso lo llamo “Cine con Identidad”. Este material se exhibe con una breve presentación que hago antes de la proyección de la película, donde brindo datos respecto a lo que van a ver. El debate nos es algo en el cual una gran mayoría esté interesada. Las personas que desean conocer algo más sobre lo que han visto, se acercan después de la proyección a preguntarme sobre la misma. Siempre estoy presente los días de exhibición para recibir y despedir al público.
¿Cómo adquiere cada uno de los títulos que proyecta?
En general, los consigo en el extranjero, la gran mayoría en España, también en Estados Unidos y México y algunas veces a través de Embajadas y Consulados y de amigos que conocen de mi pasión. A las películas españolas y argentinas no las exhibo si no tienen subtítulos, porque hay gente que tiene problemas auditivos y considero que darlas sin ellos es ofender al público. Respecto a mi colección, debo tener alrededor de 2000 títulos, todos son originales. Aún no he dejado de comprar películas, así que la colección continúa creciendo.
Entre los títulos que posee, ¿cuáles son los que considera más valiosos o difíciles de obtener? ¿Cuál le gustaría conseguir porque aún no posee?
Tengo muchos títulos difíciles de conseguir porque nunca más fueron editados y ediciones especiales de películas de gran calidad que marcaron una época en el cine. Una de ellas es la versión rusa de 1966 de “La Guerra y La Paz”, que fue restaurada a su versión original de más siete horas y que nunca he podido exhibir por su duración y que en este momento está fuera de circulación. A veces es posible conseguirla a través de coleccionistas que desean venderla por el alto costo que tiene. Las ediciones especiales de “Amor sin Barreras” y “Siberiada”, restaurada a su versión original de cuatro horas y que estrenamos en el cine Peña y luego exhibimos en el Club de Cine del Colegio Médico, con una duración de tres horas. ¿Qué me gustaría tener? Una edición de las obras completas de Andréi Tarkovski que está fuera de circulación, entre tantas otras cosas que deseo conseguir. El viejo cine argentino que nunca fue editado en DVD (Niní Marshall, Tita Merello, etc.).
¿Qué características generales identifican al público de “Cine con identidad”?
En general, el público que asiste a las funciones son personas mayores de cuarenta años, salvo algunas excepciones, interesadas en ver un cine distinto tanto europeo, como asiático, africano, etc. Además de exhibir este material especial en el “Teatro La Llave”, también puede verse los miércoles en la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield de Barrio General Paz (este año cumplimos 15 años) y el segundo y cuarto jueves de cada mes en la Fundación ProArte Córdoba, en su sede de Barrio Güemes.
La influencia y monopolización del cine Hollywoodense en las carteleras occidentales comerciales es conocida; sin embargo, Estados Unidos no es el único país que produce cine…
El nuevo cine de Hollywood está hecho para no perder dinero y enfocado mayormente en niños y adolescentes y a todos aquellos que disfruten de los efectos especiales y el vértigo. Es un cine para no pensar, salvo raras excepciones. Ya no existe la calidad del cine que se hacía en la década de los ´80 y décadas anteriores. En Estados Unidos ha surgido un cine independiente de muy buena calidad y que no muchos consumen. Además, está el cine europeo, el israelí, el coreano, el iraní, etc, etc, de gran calidad y que un público selecto tiene avidez por ver y conocer.