Por: Lic. Javier Alday
La curiosidad enraizada de Laura Domínguez por el mundo de los hongos, puede rastrearse desde su niñez: “Mi interés nació cuando era muy chiquita, cuando iba con mi mamá al club del Automóvil Club Argentino de Carlos Paz, a recoger los hongos de los pinos que allí había”, recordaba hoy a sus 68 años de edad, tras una vasta experiencia de saberes acumulados en la materia.
Esa fascinación temprana fue cultivada y perfeccionada académicamente: “Cuando decidí estudiar la carrera de Biología en la U.N.C., mi Tesina de Grado Final giró en torno a los hongos coprófilos; aquellos que crecen en el excremento de animales autóctonos. Luego de recibida, mi tesis de Doctorado abordó los hongos llamados vulgarmente como <Polvera, <Falos hediondos> o <Estrellas de tierra>”, recordó Laura.
Además, recapituló: “Mientras tanto, yo estaba trabajando en la cátedra de Plantas Celulares y, desde allí, se sumaron a mi trabajo algunos de los coautores de este libro: Eduardo Nouhra, Graciela Daniele y Esteban Crespo”.
Desde los comestibles hasta los mortales
¿Cómo surgió este libro? Nuestras primeras salidas al campo se desarrollaron con financiación propia. Durante los primeros años, tomar y revelar una fotografía, o “diapo”, era muy costoso económicamente y, además, utilizábamos nuestros propios autos particulares para trasladarnos a las distintas áreas de la provincia y el país.
Con el transcurrir de los años, la situación se fue acomodando y comenzamos a recibir subsidios y ayuda estatal, lo que nos permitió la idea de dar a conocer a la sociedad este grupo de organismos. Hace muchos años se gestó esta idea, que finalmente se hizo realidad. Si bien ya me encuentro jubilada, continué trabajando en este libro y, en los últimos dos años, recibimos la gran ayuda de Nataly Gómez Montoya.
¿Cuál es el objetivo de este material bibliográfico?
El primero, es dar a conocer estos organismos que pasan muy desapercibido, pero sin ellos, no tendríamos plantas… el 95% de las plantas poseen algún hongo asociado en su raíz, que les facilita nutrientes y agua. Además, los hongos tienen muchísimos beneficios en la elaboración de muchos productos de consumo, como ser la cerveza o el pan. El ser humano no pasa un solo día sin tener algún tipo de contacto con los hongos.
Además, queremos dar a conocer la enorme biodiversidad en el centro argentino y, al mismo tiempo, retroalimentar ese conocimiento que la gente nos puede devolver descubriendo o aportando nuevas especies. Otro objetivo importante, es evitar muertes por ingerir hongos venenosos. En Córdoba existen varios casos trágicos, causados principalmente por un hongo de veneno mortal, que al ingerirlo –si no se trata de manera inmediata- ataca las células del hígado y posteriormente el riñón.
¿Cuántos hongos se clasifican en el libro?
¡Es un trabajo de casi 40 años! Hemos registrado especies desde las yungas del norte del país, hasta los bosques andinos patagónicos. Recorrimos muchas provincias. En este libro se registran aproximadamente 150 especies. Si bien existen muchas más, esperamos poder reflejarlas en una segunda edición.
Más información: Cel: 3516786503 (sólo WhatsApp) – lausudo@gmail.com – www.ecovalediciones.com.ar