Por Casandra Quevedo
Después de más de 20 años de lucha de muchas personas, el año pasado para esta fecha había sido aprobada en Argentina la Ley de Talles, que obtuvo el nombre de Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria. Su objetivo era la realización de un estudio antropométrico que permita una tabla única de talles, para garantizar el derecho a vestirse a todos los argentinos y argentinas.
1 año sin Ley de Talles
Pero si bien la sanción de la Ley fue una gran conquista para las personas que tenían dificultades para encontrar ropa acorde a sus medidas, esto quedó en la nada misma a causa de la pandemia por el coronavirus. La Ley de Talles decía en su artículo 12, que el Poder Ejecutivo tenía 180 días (6 meses) desde su aprobación para reglamentarla. Ese plazo se ha duplicado y la ley sigue sin vigencia real.
La cuarentena obligatoria también obstaculizó el primer estudio antropométrico realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y que es primordial para que se pueda implementar la ley en todo el país. Este estudio consiste en medir los cuerpos de 15 mil personas, de todas las regiones del país (NEA, NOA, Centro, Cuyo y Patagonia) y que abarquen las edades de 12 a 65 años. Hasta la actualidad solo está hecho un 55% del mismo.
Cuánto tiempo más habrá que esperar
Ahora, se espera que la situación epidemiológica termine, para que se pueda retomar el estudio del SUNITI de manera presencial y el trabajo de los voluntarios. Mientras tanto, se piensa sumar otro equipo escáner corporal 3D para recuperar el tiempo perdido. Todo indica que habrá que esperar hasta 2022 para implementar realmente la Ley de Talles. Cabe recordar que el año pasado habían dicho que llevaría un tiempo de 1 año para tener el estudio, sus resultados y elaborar la curva de talles.
Aún quedan derechos urgentes que conquistar
Any Body es un grupo de activistas de la diversidad corporal en Argentina. En su estudio anual, aseguraron que en la actualidad el 65% de las personas plantea tener problemas para encontrar talle y que un 82,3% asegura haber querido comprar ropa que sólo venía en talle único. Esta situación no hace más que excluir y discriminar a las personas, llevándolas en muchos casos a cuestionar su cuerpo. Esta es la razón por la que es de urgencia la implementación de la Ley de Talles.
Con esta normativa, la indumentaria dejará de ser pensada para unos pocos y será de aplicación obligatoria en todo el país en cuanto a la fabricación, confección, comercialización o importación. Además, la identificación del talle debe estar contenida en la etiqueta, siendo de fácil comprensión; y todas las marcas deberán tener las mismas medidas de los talle.
Ahora bien, lo que la Ley de Talles no dice (y que debería) es que que los comercios tienen que vender todos los talles de la tabla de medidas del SUNITI. Por eso, desde Any Body expresaron: “Confiamos en que se entienda la necesidad de la diversidad en materia de indumentaria”.
