La reconocida psicopedagoga Liliana González, llega por primera vez a un teatro con su charla “Dis+positivos: ser padres, abuelos y docentes en el mundo digital”.
Los niños nacen en un tiempo y una cultura determinada. Hoy los espera un mundo desafiante y complejo atravesado por la tecnología que produce cambios en los modos de criar y educar. En esta nueva charla, Liliana González analizará los efectos de la exposición precoz a las pantallas y de los excesos que afectan la salud psicofísica de todos. “Buscaremos herramientas que faciliten la disponibilidad de los adultos para acompañar y poder equilibrar su uso con otras propuestas más ligadas a la palabra, el juego creativo, la empatía y la socialización. Familia y escuela son los escenarios ideales para inyectar verdad, alegría y humanidad a las nuevas generaciones”, explica la profesional.
¿Cuáles son los efectos negativos de la exposición precoz y de la exposición excesiva de las pantallas? ¿Cómo mejorar la socialización de nuestros hijos para que no se aíslen? ¿Cómo hacer con la resistencia que tienen para leer y para escribir? ¿Cómo evitar conductas violentas? Son todas las preguntas que se abordarán en la charla, iniciando un repaso por las inquietudes que producen los tiempos modernos en la niñez.
La licenciada Liliana González es psicopedagoga especialista en niños y adolescentes. Columnista educativa en Telefe, Cadena 3 y La Voz del Interior desde hace años. Referente en la materia en los medios de comunicación. Es escritora y ha recibido importantes premios y distinciones por su labor. Premio Santa Clara de Asís (2017), Premio Jerónimo Luis de Cabrera (2019), Embajadora de la Palabra Tedx (2021). Hace tres años fue declarada Ciudadana Destacada por el Concejo Deliberante de Córdoba por su enriquecedor aporte a la educación.
Liliana González dialogó con César Barraco, “Tincho” Siboldi y Melisa Cortéz del programa “Mira quién habla” de Canal 10, como anticipo de sus charlas en Teatro La Llave (la presentación del jueves 3 de abril ya se encuentra agotada, por lo que se abre una nueva función para el sábado 3 de mayo):
Qué bueno el formato teatro, por primera vez y en un lugar bárbaro como lo es Teatro La Llave…
Es una idea de ellos, me lo pedían hace rato pero yo no me animaba. Me insistieron tanto que me animé, y a esta altura de mi vida hacer algo por primera vez está buenísimo (risas).
La charla se titula “Dis-positivos: ser padres, abuelos y docentes en el mundo digital”
No voy a demonizar a la tecnología con todo lo que nos trae de bueno. Voy a hablar de la parte positiva pero también hablar de la disposición de los papás, abuelos y docentes para acompañar a estos chicos que están en otro mundo muy distinto al de los adultos. Este mundo es muy peligroso y riesgoso, a veces les pregunto a los padres si los cuidan en el mundo real y me dicen que sí. ¿Cómo? Haciendo que no tomen bebidas abiertas en un boliche, que no anden solos por la calle. ¿Y en el mundo virtual? No. A veces pasan cosas mucho más peligrosas que en el mundo real y están muy solos. Acá la gran epidemia es la soledad.
Recuerdo que en una charla contaste sobre una práctica familiar que habías instituido, sobre los domingos sin celulares para tener un almuerzo familiar. Hace 15 años que venías viendo que esto iba a ser un problema…
Los dos últimos libros que escribí con mi hija, “Volver a mirarnos” y “Tiempo de conversar” trata sobre esto. Sin embargo vas a los restaurantes y está todo el mundo con el celular, hasta parejas, yo siempre digo que con lo que sale salir afuera a comer, encima que gastan una fortuna no se miran ni se hablan.
“Cuando uno dice basta y dice no, tiene que estar convencido de por qué lo hace para poder sostenerlo, y para eso hay que vencer la ignorancia e interiorizarse acerca de los efectos negativos del exceso de pantallas”
Yo quiero que los niños no tengan pantallas cuando son bebes hasta que adquieran el lenguaje. Es imposible de pensar en una epidemia de falsos autistas, asperger, chicos desconectados, trastorno del lenguaje, hablar a los cuatro años en vez de a los dos, después se asustan que no leen ni escriben pero cómo lo van a hacer si ni hablan, no tienen vocabulario. El otro día vino al consultorio un chico de catorce años que no tiene comprensión lectora, y me dijo que no entiende nada de historia, lee y no entiende. Era sobre Cristóbal Colón, le digo que lea los tres primeros renglones y subraye las palabras que no entienda. Subrayó ocho palabras que no sabía qué significaban, entonces como va a entender lo que lee.

Durante el espectáculo. ¿Hay interacción con el público, tenes pensado que participen?
Voy a tratar de dar lo mío y después veré que pasa, yo me llevo mucho con la intuición de la gente. Va a ser mi primera vez en este formato que, para mí, es difícil porque voy a incorporar algunas cositas audiovisuales como nunca, siempre aposté a la palabra y a la mirada, al encuentro. Me parece que lo audiovisual distrae un poco pero van a ser pequeñas perlitas como para darle algo distinto a la charla.
Salió del Teatro La Llave a cinco teatros más, Villa María, Marcos Juárez, Rio Cuarto, Rio Tercero y Ciudad de las Artes.
Hay una serie de moda que toca estos temas (Adolescencia por Netflix), y en un capítulo hay una parte donde un padre le dice a otro “nosotros creíamos que cuando él estaba encerrado en su pieza con las pantallas estaba bien”, y ahí estaba el problema…
Exactamente, el padre contesta algo que es real, “tampoco lo podemos vigilar todo el tiempo”. Pero no sabemos qué pasa cuando cierra la puerta del dormitorio, por eso los especialistas recomiendan que los dispositivos estén en lugares abiertos de las casas y no en el dormitorio.
En esa serie se ve bien la hiperestimulación sexual con las fotos y como la genitalidad se adelanta, entonces vos tenes un chico de trece años con deseos de un hombre grande. Mi conclusión es media fea pero yo creo que, a veces, ese “no” que falta por parte de los padres tiene que ver mucho con la ignorancia, porque cuando uno sabe los efectos negativos el “no” sale más fácil y se sostiene más. Los padres ignoran los efectos o no lo quieren saber, porque implica la cuestión del ejemplo de llegar a casa y poder dejar el aparatito en algún lugar. Mientras estamos pendientes del celular nos perdemos el vínculo con los hijos.
También hay realidades distintas donde los padres tienen que trabajar todo el día y aunque quisieran no pueden ver si sus hijos están con el celular o la computadora…
A mi consultorio llegaron unos padres por la hija que no estaba escribiendo y en la primera sesión me dice: “me declaro culpable, como es la última no le dimos mucha bolilla, no la estimulamos, no le contamos cuentos y tuvo el celular desde que lo pudo agarrar”, y bueno, en este momento no lee ni escribe y está en cuarto grado. Entonces aparecen los diagnósticos, las etiquetas, la medicación cuando en realidad con otra crianza hubiera sido otra niño.
Pero se puede remediar…
Si por supuesto, todo se puede arreglar cuando hay voluntad y hay ganas.
“El exceso de pantallas es como la comida chatarra, cuando uno sabe que es malo le ofrece a su hijo comida saludable”
¿A qué edad los chicos debieran acercarse a estos dispositivos?
Es imposible saberlo, yo creo que pueden tener un celular con WhatsApp para comunicarse con sus amigos pero otra cosa son las redes sociales, el mayor peligro está ahí. Comunicarse con un amigo no es problema, pero las redes sociales son muy bravas y adictivas, sobre todo tik tok, con ese estimulo permanente de querer ver más y más y más.
Liliana González aborda la psicopedagogía y el desarrollo de los niños desde una manera más creativa e interesante, con llegada directa a padres, abuelos, tíos, docentes. Uno de sus métodos es el humor: “Alguna vez un papá me dijo ‘usted es el Cacho Buenaventura de la psicopedagogía’ y yo no sabía si era un elogio o no (risas). Por ahí estoy dos horas en las charlas y los hago reír bastante, me parece que el humor en ese sentido es un gran vehículo, si lo lleváramos al aula los chicos atenderían un poco más”.
Más info: @lilianagonzalezok
“DIS-POSITIVOS” : POR ENTRADAS AGOTADAS, NUEVA FUNCIÓN
Día: Sábado 3 de Mayo
Hora: 20hs
Lugar: Teatro La Llave (Gauss 5730 Córdoba Capital).
Entrada general (sin numerar) $17.000 en venta en www.teatrolallave.com (En efectivo, en Boletería, antes de la función: $15.000)
Reservas al 3513994345 (sólo por WhatsApp)