Manos Solidarias: amigos que decidieron cocinarles a los que más lo necesitan

Ellas juntaban alimentos no perecederos para un merendero, mientras ellos cocinaban un almuerzo para familias carenciadas. Ambos grupos de amigos se contactaron y decidieron aunar fuerzas para dar origen a “Manos Solidarias”, un grupo de jóvenes de zona norte con muchas ganas de ayudar. ¿Su objetivo? Contribuir a paliar la crisis que golpea fuerte a las familias de los barrios más carenciados de Córdoba, yendo cada fin de semana a cocinar para (y con) los vecinos de diferentes zonas.

Entrevistamos a Manuel Infante y Catalina Heredia, integrantes de este grupo que, con sus guisos de lenteja y pollos al disco, no solo dan una mano a los que más lo necesitan, sino que se involucran y trabajan junto a la gente del barrio.

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¿Cómo y cuándo surgió esta iniciativa? (a Manuel)

La iniciativa surgió hace un mes por parte de Facundo Broggi, quien organizó una comida en Villa Belgrano junto algunos de sus amigos. En esa primera experiencia vimos lo bueno que era para la gente más carenciada del barrio y lo bien que la pasábamos haciéndolo.

Luego de unos días, nos enteramos de que Catalina Heredia, una amiga, estaba recolectando alimentos para llevar a “Los Tres Angelitos”, un merendero en B° IPV Argüello. Inmediatamente la contactamos para contarle lo que habíamos hecho, y de ahí surgió la idea de unirnos a ella y algunas de sus amigas.

Junto con Isa y Alberto, del Merendero de IPV, organizamos dos jornadas para ir a cocinar. Sin ellos hubiese sido imposible hacerlo dentro del barrio.

A medida que lo vamos compartiendo en las redes, conocidos que tienen proyectos parecidos se suman y nos acompañan a cocinar, todo va surgiendo un poco de manera espontánea. Hoy somos un grupo de 13 personas ayudando.

¿Cómo es su forma de llevar adelante este trabajo?

Por lo general, la dinámica es así: nos contactamos con un merendero o alguien del barrio que nos ayude con un espacio para poder cocinar y con movilizar a los vecinos para que se enteren y se acerquen ese día. A partir de ahí, Lautaro Caccia (nuestro cocinero) arma algún menú y después de eso, pasamos la lista de lo que vamos a necesitar el próximo finde.

Hasta ahora hubo muchas almacenes, verdulerías, carnicerías y gente particular que donó tanto alimentos como dinero.

¿Trabajan sólo en IPV Argüello?

La idea es no trabajar solo ahí, sino hacerlo de forma ‘móvil’, yendo a otros barrios que lo necesiten. Tenemos planes próximos de ir a Villa Urquiza y Argüello Lourdes.

Por ahora, el tema de la cuarentena nos dificulta un poco la organización, pero espero que con el tiempo podamos ir acomodándonos y perfeccionando las intervenciones.

El motor de todo esto es más que nada la motivación propia de todos los que hacemos Manos Solidarias, para ayudar a aquellos que lo necesitan.

A cambio, nos llevamos una experiencia muy linda, tenemos una dinámica que implica compartir un espacio: no solo donamos alimentos, sino que vamos y hacemos una comida entre todos, junto a la gente del barrio.

¿Tienen planes de sumar otros tipos de acciones?

Muchas personas que nos ayudan con alimentos, también buscan donar ropa que tienen, asique estamos viendo la forma de hacérsela llegar a la gente que lo necesita… de hecho la gente del merendero ya se encargó de gestionar parte de esas donaciones, pero estamos buscando la mejor forma de continuar haciéndolo.

A nivel general, creo que todos los que formamos este proyecto nos damos cuenta de que hay una necesidad y una crisis real, que afecta a muchas personas que perdieron sus ingresos y que no la están pasando bien.

Eso nos motiva a seguir haciéndolo. En lo personal, todos sabemos que en el día a día vivimos en una burbuja, y el hecho de recorrer estos barrios con sus realidades distintas nos ayuda a pincharla.

Ayudar, una “obligación moral”

Cata, ¿qué representa para vos Manos Solidarias?

Para mí, Manos Solidarias es una obligación moral. Creo que cuando alguien se hace consciente de sus privilegios, los cuales en muchos casos (como el mío) se le otorgan por la mera circunstancia en la que le toca nacer, es imposible volver atrás y dejar de ver las injusticias y la inequidad. Por lo tanto, este tipo de acciones se vuelven inevitables.

Yo no sé si es algo que me haga particularmente feliz hacer esto… de hecho me entristece mucho cada vez que vamos al barrio y veo la cantidad de gente que se acerca y las condiciones que los atraviesa. Pero a la vez, es algo que no pienso dejar de hacer porque no puedo dejar de hacerlo. Es la forma que se me ocurre para ayudar.

¿Cómo ayudar?

Para aquellos que tengan comercios y algo de stock sobrante, o cercano al vencimiento y que no lo puedan vender, pueden contactar a Manos Solidarias vía Instagram y ellos mismos pasan a retirarlo.

En caso de aquellos que quieran ayudar de otra forma, el grupo puso a disposición una cuenta bancaria con la que compran los que les falta para completar cada comida:

Titular: Catalina Heredia Edelstein
CUIT/CUIL: 27 – 40106549 – 6
Alias: manos.solidarias
CBU: 14300017 – 13004697850012
NRO. CUENTA: 1300469785001

Más información: @manos.solidariascba // 351 307-2489 (Manuel) // 351 657-6428 (Catalina)