Los estudiantes de 5° Grado A y B de la escuela Ejército de Los Andes de B° San Martín escribieron cuentos en el espacio Literatura y Tic para participar del concurso. “Los Pescadores Amables” de Luciano Agustín Vides fue el cuento seleccionado y estará disponible en la página de Cazacuentos para que todos puedan conocerlo y leerlo.
Este año fue la cuarta edición de este concurso literario infantil, de formato breve organizado y coordinado por Cazacuentos, un programa del canal PAKA PAKA. Las historias de los cuentos seleccionados serán para videos y podcast del programa.
“Los cuentos debían ser inéditos y de creación propia, era un trabajo individual y que requería del compromiso y la responsabilidad para hacerlo. También les aseguré que yo los iba a guiar y acompañar en cada paso”, destacó la profesora Stella María Arrazate.
Respecto al cuento finalista, la profesora destacó: “Los cuentos se enviaron el 15 de septiembre, vivimos un tiempo de mucha expectativa y sin poder dar respuesta a los estudiantes, hasta que los primeros días de noviembre con mucha alegría y orgullo recibimos a un emocionado Luciano Vides que nos contó la novedad: su mamá recibió un mail con la noticia de que el cuento de su hijo, “Los pescadores amables” de la categoría Ciervos (11 y 12 años), era finalista y que estaría disponible en la página para que todos puedan conocerlo y leerlo”.
“Se hizo una lectura en el grupo clase de las versiones finales de las historias. Todos estaban orgullosos de sus producciones. Para ser evaluados las obras debían entregarse únicamente en archivo digital. Algunos pudieron hacerlo, pero por falta de tiempo, los ayudé en esta tarea”, agregó.
Los pescadores amables
Por: Luciano Agustín Vides
Érase una vez un niño y su padre Iván e Isaac, ellos amaban pescar. Vivían en la costa atlántica de Argentina, en un pueblito pesquero de la provincia de Chubut.
Cada fin de semana de fin de mes ellos organizaban la salida de pesca. Siempre lograban sacar muchos peces, algunos de los pequeños los usaban de carnada para atrapar presas más grandes, para luego comer esas durante todo el mes. Si veían que eran demasiados los devolvían al mar.
Una tarde cuando ya estaba entrando el sol vieron una linda chica en el agua, se acercaron y se dieron cuenta que estaba atrapada en una red. Sin dudar la ayudaron. Cuando se desenredó solo los miraba y se escabulló, se metió en lo profundo del mar sin decir ni una sola palabra dejando ver su cola de pez. Iván y su padre se quedaron muy sorprendidos y tristes a la vez porque sabían que no la iban a volver a ver porque huyó muy asustada.
Lo que no sabían es que ella como premio en agradecimiento, les dio suerte para pescar de por vida. Padre e hijo ganaron ese poder, perdieron la posibilidad de verla pero se divirtieron en esa aventura. Una sirena. ¿Quién les creerá esta historia?