Negocios 100% familiares: Cuando la unión hace la fuerza

El viejo dicho que dice “la familia y los negocios, no se mezclan”, puede verse relativizado en algunos ejemplos de comercios cuya base es la unión familiar. Aquí compartimos tres modelos de emprendimientos de la zona norte en donde los lazos de sangre van más allá de lo comercial.

Los emprendimientos familiares son cada vez más

comunes en este sector de la ciudad. Tales son los

casos de BERTOLOTTO CAR CENTER de B° Las

Magnolias, la tradicional empresa de venta y

colocación de escapes, llantas y neumáticos,

alineado y balanceado, tren delantero, gomería y

lubricentro; en donde toda la familia, tomó la posta

de Héctor Bertolotto para seguir con la “tradición”

y desempeñar alguna función dentro de la empresa.

Ellos son el matrimonio conformado por Rosa

Dinolfo y Daniel Bertolotto, y sus hijos Paola (27

años), Gabriel (25 años) y Germán (19 años).

Otro caso es el de Oriana (19 años) y Virginia (29

años) Gariglo, hermanas y Profesoras de Danza,

quienes “bailando por un sueño” emprendieron la

Academ ia de dan zas Crearte de B° Alto

Verde. Y también el de Qué tul tela s (venta de

telas, cursos y talleres, outfits, ropa escolar, etc.) de

B° La France, donde los lazos familiares están

presentes de la mano de Carolina Amato (33 años) y

Adriana Abrate (58 años). Aquí, nuera y suegra

trabajan en su propio emprendimiento que tanto las

apasiona.

 

Decisiones de familia

Desde Bertolotto CAR CENTER, Rosa

Dinolfo recordó cómo cada integrante de su

familia se incorporó al taller: “Paola está en la

empresa desde hace tres años. Ella siempre estuvo

en la búsqueda de su vocación, relacionada a la

estética y la moda. Pero por circunstancias de vida,

ella ha ingresado al taller y desarrolla bien su trabajo

y con muchas ganas. Gabriel está a punto de

recibirse de Diseñador Industrial y él se ofreció a

hacerse cargo de la sección Lubricentro, área en la

que aplica toda su creatividad y profesionalidad obtenida

en su carrera. Finalmente, Germán también

nos está dando una mano y aprendiendo. Por último,

Federico (16 años) si bien aún queremos que se

concentre en la escuela, poco a poco está viniendo

al taller cuando él necesita algo de plata para sus

salidas de fin de semana”. Mientras tanto, en B°

Alto Verde, Oriana y Virginia, de la Academ ia

de dan zas Crearte , comentaron: “La

posibilidad de tener una academia de danzas

siempre fue un sueño, algo que parecía inalcanzable.

Un día, hace cuatro años, estábamos hablando

en familia sobre el tema y de repente el sueño

comenzó a ser una posible realidad. Empezamos a

averiguar y nuestra vecina justo decidió mudarse a

otro país y el espacio nos pareció justo para llevar a

cabo este proyecto. Nosotras hacemos todo juntas,

compartimos todo, principalmente la vida, y hoy en

día tener la posibilidad de trabajar juntas en algo

que nos apasiona tanto es genial”. Por su parte,

Carolina y Adriana, de QUÉ TUL TELAS,

expresaron: “La verdad, la posibilidad surgió de una

charla en la que Adri (mi suegra) me propuso

ayudarla en este proyecto que tenía, que era vender

telas. Ella es diseñadora y tiene varios cursos

relacionados con la moda y la alta costura, lo que la

llevó a interesarse por las telas y nos dimos cuenta

que en zona norte escasean negocios de este tipo”.

 

Al final, lo primero es la familia

Pensando en el futuro de la empresa, Rosa de

BERTOLOTTO reveló: “Hay que darle la libertad a

los hijos para que ellos trabajen de lo que les gusta.

En uno de los cursos que yo he hecho sobre empresas

familiares, he resuelto una preocupación que yo

tenía sobre el legado familiar de las empresas. Es

muy malo que los hijos se terminen haciendo cargo

de algo que ellos no quieren o no les gusta, y me

preocupaba esa situación en un futuro. Por estudios

que se han realizado, está comprobado que las

empresas familiares decaen en la tercera generación,

y esto es lo que queremos evitar. Por eso, en

este curso he llegado a la conclusión de que los

puestos gerenciales no deben quedar en manos de

<los hijos de los dueños> si no están capacitados

para tal fin, sino, buscar personas especializadas

para esos puestos y que los hijos hagan lo que les

guste”. A su turno, Oriana y Virginia de

CREARTE aseguraron: “En todos aspectos trabajar

juntas es positivo. No tenemos problema de

decirnos las cosas como son, sin filtro, sean positivas

o negativas. Todos los comentarios, críticas o

ideas aportan algo que seguramente influye de

forma positiva en este proyecto. Amamos lo que

hacemos, todo el tiempo estamos hablando de cómo progresar, proyectamos mucho a futuro y la verdad

nos complementamos muy bien”. Por su parte,

Carolina de Qué tul telas, sostuvo: “Uno de

los motivos por los cuales acepté la propuesta de

Adri, fue porque tenemos las dos la comodidad de

manejar nuestros horarios y hacer otras actividades,

siempre y cuando alguna se quede en el negocio.

Otra ventaja es que también puedo ir con mis hijos a

trabajar, lo que para una madre con hijos chicos es

muy bueno… Es un gran emprendimiento familiar,

siempre apoyadas por nuestros maridos”.

 

Uno para todos y… todos para uno

En Bertolotto, las divisiones de tareas son

claras y definidas: “Paula, trabaja en la atención al

público; Gabriel, responsable de la sección

Lubricentro y Germán en la sección de sistemas y

control de precios. Muchas veces, por ser empresa

familiar, renegamos mucho con el cumplimiento

efectivo de los horarios de nuestros hijos, pero por

otro lado, es ventajoso tener confianza absoluta en

ellos cuando tenemos que dejarlos a cargo de la empresa

por algunos días”, señaló Rosa Dinolfo. En

Crearte, no hablaron de reparto de tareas, sino

más bien de un trabajo coordinado y aunado:

“Nunca se habla de una división de tareas, porque

siempre es trabajo en equipo. Nos ayudamos mutuamente

y es una gran ventaja compartir muchas más

cosas que una profesión o un empleo. El ambiente

de trabajo siempre es muy agradable y por suerte

siempre nos llevamos muy bien y somos muy

parecidas en todo aspecto lo que facilita mucho la

toma de decisiones y el ponerse de acuerdo”.

Otra forma muy válida de organizar el comercio

familiar es el que ponen en práctica en Qué tul

telas: “Las dos nos repartimos las tareas.

Adriana es la que tiene todos los conocimientos de

telas, ropa, moldería y costura. Yo aprendo muy

rápido y ella es muy buena para enseñar, así que

hacemos un buen equipo, nos llevamos muy bien y

hay mucha confianza. Las dos tenemos muy buen

carácter, lo que hace q el trabajo sea llevable y

ameno”.

 

Familia + trabajo = fórmula exitosa

“Nuestro trabajo es una gran escuela para nuestros

hijos”, afirmó orgullosa la mujer de Daniel

Bertolotto, para luego agregar: “Desde aquí,

podemos enseñar a nuestros hijos que el trabajo es

muy importante para llevar una vida digna. Mis

padres nos inculcaron eso a través de su comercio

familiar y ahora este legado de aprendizajes lo

transmitimos nosotros a nuestros propios hijos”.

A su vez, Oriana y Virginia reflexionaron: “Es muy

difícil separar la vida personal del trabajo, mucho

más cuando algo te apasiona tanto, pero desde un

comienzo planteamos dejar la vida de lado al entrar

a la academia. La Academia es una cosa y la rutina

otra totalmente distinta, tiene que ser un cable a

tierra, un momento de disfrute y desconexión y no

un espacio donde hacer catarsis. Es genial trabajar

en familia, nuestros padres siempre nos han apoyado

en todo y tenemos una excelente relación. Ellos

nos aportan muchas críticas, ideas y siempre que

pueden nos dan una mano para poder seguir

creciendo. No podemos dejar de lado a nuestro

hermano que también es de gran ayuda y es indispensable

en cualquier decisión que tomemos”.

“Queremos crecer como docentes y poder transmitir

esta pasión de una manera en la que el alumno

logre apasionarse tanto como nosotras y siempre

buscar transmitir esto a todo nuestro staff”,

subrayaron las hermanitas Gariglo.

Por último, de manera muy segura, Adriana

respondió: “Por supuesto que se puede separar el

trabajo de la familia. Si bien es difícil, pero por

suerte somos todos muy unidos y nos llevamos bien,

nos conocemos hace muchos años, lo que hace que

sepamos muchos de cómo somos y sabemos de qué

hablar y de qué no para no generar problemas”; y

confesó: “Este emprendimiento representa crecimiento

familiar y personal en cuanto a lo laboral. La

idea es ir creciendo poco a poco, paso a paso…

siempre juntas”.