Por: Lic. Javier Alday
A pesar de contar con un pequeño motor de 1.000 cc, uno de los íconos históricos de la marca de “el rombo”, será puesto a prueba en una gran hazaña de miles de kilómetros. Con un consumo de 11,5 km por litro, Jorge y Oscar calculan poder realizar un promedio de 500 kilómetros diarios por el continente en Renoleta: “Hemos realizado pruebas en Córdoba y estamos convencidos que el auto llegará a su destino”, destacaron.
¿Cómo llegó el auto a ustedes?
Yo (Jorge) compré en auto en la localidad cordobesa de Monte Buey. Estábamos allí sentados, tomando un café, y lo vimos pasar por la plaza. Estaba impecable y pregunté a los lugareños de quién era. Una vez que contacté a su dueño, durante dos días estuve convenciéndolo para que me la vendiera y finalmente así lo hizo. Era una oportunidad que no podía dejar escapar. Si bien no es mi único auto, este es el que utilizo como hobbie y para viajar. Tiene una línea y motor impecables.
¿Qué modificaciones tuvieron que realizarle al auto para esta travesía?
La única modificación mecánica que ha tenido, es el anexado de un sistema de refrigeración a la tapa del cilindro, para que el motor no trabaje tan exigido; por eso puede verse la entrada de aire. También hemos incorporado un electro ventilador, para que no sufra la falta de oxígeno en altas alturas. Llevamos un excedente de peso de 400 kilos, entre los que se incluyen los repuestos mecánicos por si alguno necesita ser cambiado: bomba de agua, bomba de nafta, etc.
¿Cuál será el recorrido?
Pensamos recorrer toda la Ruta Panamericana. Cruzaremos el Paso de Jama hasta Chile y, desde allí, empezar a subir hacia Perú, Ecuador y Colombia. En Colombia está el Tapón de Darién, donde no hay tramo de Ruta Panamericana, por lo que deberemos realizar los trámites de aduana para exportación del vehículo hasta Panamá. Luego seguiremos por toda Centroamérica hasta México.
Si bien adelantaron que no tienen cronogramas, en líneas generales, ¿Cómo se organizarán durante el viaje?
En varios países tenemos conocidos y yo (Jorge) tengo parientes en Costa Rica, por lo que podremos parar cómodamente en ciertos lugares. Pero también hemos preparado un toldo, que será nuestro lugar de acantonamiento cuando lo necesitemos. Yo voy a manejar todo lo que sea parte mecánica y Oscar va a ser de logística y cocinero (sonrisas). No hay fecha de retorno a permitido corregir las posibles fallas mecánicas que pueda tener.
Ahora hará un viaje histórico… ¿Qué expectativas tienen?
Será un viaje para disfrutar de cada pueblo. El camino empieza cuando uno sale de su casa cerrando el portón del garaje. No tenemos apuro por llegar ni tiempos limitados. El viaje va a ser maravilloso y sentimos el orgullo y la obligación de no fallar a toda la gente que se ha involucrado en esta idea y que nos ha apoyado. La pandemia nos ha permitido recapacitar en muchísimas cosas… saber que hay que vivir y aprovechar los tiempos perdidos, en darnos cuenta que la vida pasa y que si no se la aprovecha, lamentablemente nos podemos arrepentir. Córdoba, ni fechas preestablecidas para hacer paradas. No tenemos horarios, ni días… Pararemos donde sea necesario o a donde nos guste.
¿Cómo organizaron su vida en Córdoba para estar ausentes durante un tiempo?
Con las familias está todo arreglado. Tenemos hijos grandes y nuestros trabajos son particulares, así que todo está arreglado. La verdad es que estamos agradecidos a la familia, porque ellos supieron que nosotros estábamos pendientes casi exclusivamente del armado del auto. También agradecemos a nuestros sponsor, que nos han ayudado económicamente: Red Bull, YPF, Lucho Maderas, Aberturas Bodereau, entre otros. Camino al andar…
¿Qué viajes previos han realizado con la “Renoleta”?
Hemos realizado viajes a Chile, Perú y Punta del Este en el mismo auto y esto nos ha permitido corregir las posibles fallas mecánicas que pueda tener. Para eso, entre otros ajustes, hemos pegado cada uno de los tornillos con un pegamento especial, porque esos son pequeños detalles que pueden arruinar todo un viaje. Y, por cuestiones de seguridad personal nuestra, llevamos por precaución equipos de oxígeno para las alturas, sistema de handies y un sistema de control satelital. También tenemos una antena de 5 metros de altura, de fibra de carbono, lo que nos permitirá otras comunicaciones.
