Por: Lic. Javier Alday
Nicolás Barberis posee este enorme talento, quien desarrolla esta pasión desde su hogar ubicado en la localidad de Los Hornillos.
¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje a la hora de ser luthier?
A los 35 años me fui a vivir a La Cumbrecita y tuve la gran suerte de conocer a mi maestro Raúl Sors, luthier con larga trayectoria, uno de los mejores del país. Es muy innovador y también buen profesor, de estos que no se guardan nada. En principio frecuentaba el taller de Raúl, observaba mucho y era el cebador de mate oficial. Al tiempito empecé a meter mano haciendo cosas de carpintería, luego fui haciendo arreglos de instrumentos, hasta empezar a fabricar mi primer guitarra desde cero. Me di cuenta que era un mundo infinito como es el de la música, lo cual me apasionó y me llevó a dedicarme por completo. El proceso de aprendizaje demanda mucha paciencia, ya que es un trabajo de alta precisión. De igual manera, sin los errores es imposible avanzar, por lo tanto los retrocesos también son parte del aprendizaje.
¿Qué trabajos venís realizando?
He fabricado guitarras clásicas y un guitarrón uruguayo, pero con el conocimiento que acumulé, también puedo fabricar ukeleles, bajos acústicos, requintos o guitarras eléctricas, por ejemplo. Los instrumentos que más me gustan fabricar son los que llevan la innovación de mi maestro Raúl Sors, que consiste en una estructura interna distinta a las demás y permite que la tapa esté más libre para vibrar. Me fascina la complejidad que logró con su búsqueda durante años.
¿Contás con instrumentos de invención propia?
Hasta ahora no he inventado instrumentos, pero ando pensando en hacer una guitarra eléctricoacústica de 24 trastes con un corte, estilo hipatia y un bajo acústico con Raúl. En
cuanto a fabricación de otros instrumentos, hasta el momento han sido cinco enteros y he participado en la construcción de algunos con Raúl durante mi aprendizaje e hice muchos arreglos y restauraciones. El instrumento que más disfruté hacer fue la primer guitarra, por lo que significó en mi trayectoria, una gran prueba de mi aprendizaje. Además, es el instrumento que uso para tocar en vivo y para estudiar.
¿Quiénes son los destinatarios?
Mis clientes son los músicos profesionales, estudiantes de música o coleccionistas, personas que tocan muchas horas y necesitan un instrumento de buena calidad de sonido, construido con maderas pre seleccionadas y hecho a su medida.
¿Qué se necesita para ser un buen luthier?
Es necesario entender no sólo de madera, sino también de geometría, un poco de física, la acústica, música etc. Más allá de eso, es como todo: disposición y amor por lo que haces. La referencia más grande es mi maestro Raúl Sors. También saco muchas referencias de Instagram y Facebook, donde la comunidad de los luthiers está muy conectada y donde se comparte mucho conocimiento por estos medios.
Finalmente, ¿qué es lo que más te atrapa de la luthería?
Una de las cosas que más me apasiona de la luthería, es el hecho de que con pedazos de madera puedo hacer un instrumento que después va ser tocado por un músico y puede llegar a emocionar a las personas. Esto es muy satisfactorio.-