Niños aprenden robótica, programación e impresión 3D en la UNC

Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNC ofrecen talleres gratuitos para niños y niñas de 8 a 14 años, con el objetivo de despertar vocaciones tecnológicas y fomentar el intercambio de saberes.

Cada sábado por la mañana, las aulas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba se llenan de voces infantiles, risas, cables y piezas de plástico. Allí, lejos de las tradicionales clases universitarias, un grupo de estudiantes se transforma en docentes temporales para enseñar a chicos y chicas a programar robots, imprimir en 3D y dar sus primeros pasos en el universo de la tecnología.

La iniciativa, impulsada por la Secretaría de Extensión Universitaria, tiene como objetivo central acercar la ciencia a los más jóvenes y, al mismo tiempo, permitir que los estudiantes universitarios pongan en práctica lo aprendido desde una perspectiva social. El resultado es un programa gratuito, abierto a toda la comunidad, que no sólo transmite conocimientos, sino que también despierta vocaciones.

Los destinatarios son niños y niñas de entre 8 y 14 años. Muchos llegan por curiosidad, otros por recomendación de docentes o vecinos. En todos los casos, lo que encuentran es un espacio lúdico y desafiante, donde aprenden a construir exploradores robóticos, programar sensores de movimiento y diseñar sus propios objetos para imprimir en 3D. Todo eso en pocas horas, con materiales reales, y en el mismo lugar donde se forman futuros ingenieros.

Más de 1.500 chicos ya participaron de los talleres de ciencia y tecnología que dicta la UNC. El objetivo es despertar vocaciones tempranas, integrar saberes y acercar la universidad a la comunidad.

Pequeños ingenieros en acción

Las clases se dictan en aulas especialmente equipadas dentro de Ciudad Universitaria, en jornadas de sábado que combinan teoría, práctica y recreos. Cada grupo rota por los diferentes módulos: robótica, programación e impresión 3D. Así, en una misma mañana, un niño puede construir un circuito electrónico, programarlo desde una computadora y luego diseñar una carcasa plástica que él mismo imprimirá.

Para muchos de ellos, es la primera vez que pisan una universidad. Para otros, es el primer contacto con una computadora. La experiencia, según cuenta Luciano Iznardo, coordinador del proyecto, es profundamente transformadora: “No sólo les enseñamos conceptos técnicos, sino que les mostramos que la universidad pública también es suya, que los está esperando”.

Hasta el momento, más de 1.500 niños y niñas ya pasaron por estos talleres. La inscripción es gratuita y se renueva constantemente a través de formularios online, con cupos limitados que permiten una atención personalizada. Los sábados, desde las 10 de la mañana, las puertas del conocimiento se abren para recibirlos.

Los temas que se abordan no están pensados solo como entretenimiento, sino como un verdadero puente hacia el futuro. Los chicos aprenden lógica de programación, conceptos básicos de electrónica, el funcionamiento de motores y sensores, y nociones de diseño tridimensional. Todo esto adaptado a su edad y enfocado desde un abordaje didáctico, con la guía de estudiantes voluntarios que hacen del saber una experiencia compartida.

“Los chicos aprenden lógica de programación, conceptos básicos de electrónica, el funcionamiento de motores y sensores, y nociones de diseño tridimensional. Todo esto adaptado”

El ambiente que se genera en cada encuentro mezcla entusiasmo, curiosidad y una energía contagiosa. No hay calificaciones, pero sí desafíos; no hay reglas rígidas, pero sí objetivos concretos: que cada niño salga sabiendo más de lo que sabía al entrar, y que descubra —aunque sea por primera vez que puede crear, inventar y transformar.

Mientras algunos programan luces LED que se prenden al ritmo de la música, otros ajustan piezas de plástico que recién salieron de la impresora. Los errores se festejan como parte del proceso, y cada pequeño logro es aplaudido por el grupo. Así, entre risas, fallos y aciertos, la ciencia se vuelve algo cotidiano, cercano, posible.

Para quienes quieran sumarse, en AGOSTO, luego del receso invernal, retoman las inscripciones para los cursos de la segunda mitad de año. Cabe aclarar que los cupos son limitados. Las actividades continuarán todos los sábados, con rotación de turnos y una estructura que se adapta al crecimiento de la demanda. Porque si algo demuestran estos talleres, es que el futuro está más cerca de lo que parece… y tiene forma de robot.

Más info: Link para anotarte https://pfi.seu.unc.edu.ar/taller-de-impresion-3d/
Instagram: unc.extension