Óptica Poeta Lugones: “Los anteojos se han adaptado a lo que es nuestro estilo de vida actual”

El pasado 13 de diciembre, los profesionales ópticos de todo el país, celebraron su día, debido a la festividad de la Virgen de Santa Lucía, protectora de la vista. EXPRESIÓN NORTE visitó la Óptica Poeta Lugones, en donde Mario Héctor Negrelli y su hijo Federico Negrelli, comparten la pasión por su trabajo, acompañados y apoyados por Viviana, esposa y madre. Un comercio netamente familiar que se ve con muy buenos ojos.

Por: Lic. Javier Alday

Óptica Poeta Lugones

Transcurrieron nada menos que 35 años desde que la Óptica Poeta Lugones abrió sus puertas en el año 1986, tiempos en los que, sobre Av. Monseñor Pablo Cabrera, aún existían muchos terrenos baldíos. “Cuando abrimos la óptica, realmente no era una zona tan comercial como lo es hoy”, recordaba Mario.

Los años transcurrieron, la firma se consolidó en la zona y, en el año 2008, incorporó a un nuevo miembro al equipo de trabajo: Federico Negrelli, hijo de Mario y Viviana, quien recibió su diploma profesional ese mismo año. En entrevista, ambos expresaban: “Estamos muy contentos y agradecidos con el barrio y su gente, porque hemos tejido un lazo de confianza y cariño con nuestros clientes”.

A lo largo de estos últimos 35 años, ¿Cómo fueron evolucionando los productos ópticos?

Antes, las ópticas trabajábamos mucho con el vidrio. Hoy por hoy, el material orgánico o policarbonato, es el predominante, no solo por una cuestión de seguridad del usuario ante accidentes (porque evitan que el ojo se lastime por algún vidrio que ingrese), sino también porque es más fácil de trabajarlo. En cuanto al material de los armazones, si bien no ha variado mucho, sí antes eran de mejor calidad, pero quizás más pesados.

¿Cómo son los anteojos actualmente?

Actualmente, el anteojo no solo cumple una función en cuanto a la salud visual, sino también estética. Inclusive, muchas veces hemos hecho anteojos sin aumento, porque a algunas personas les gusta tener ese detalle en el rostro. Pero también muchos optan por cristales sin aumento, porque quieren proteger sus ojos de la utilización de pantallas y luces Led. En estos casos, piden neutros pero con filtros anti-réflex y filtros de luz azul.

¿Qué función cumplen, principalmente en estos últimos años?

En definitiva, los anteojos se han adaptado a lo que es nuestro estilo de vida actual. Por otro lado, lamentablemente, cada vez más gente los utiliza, sobre todo desde niños y adolescentes, y las pantallas de los celulares son una de las principales causas.

¿Qué consejos podrían ofrecer a los usuarios de anteojos para protegerlos por más tiempo?

En primer lugar, no limpiar los cristales en seco. Muchas personas lo hacen directamente con la remera o un trapo seco, ocasionando ralladuras al vidrio; sobre todo si son orgánicos o de policarbonato. El anteojo debe ser lavado, siempre, con agua, jabón o limpiacristales. En segundo lugar, para que dure en condiciones óptimas un armazón, es imprescindible quitárselo con ambas manos, tomando ambas bisagras. En tercer lugar, no dejar los anteojos apoyados sobre sillas, cama o butacas de los automóviles; esto evita accidentes de personas que pueden sentarse sobre el anteojo. En este caso, nuestra óptica tiene la ventaja de poder arreglar todos los anteojos, en el mismo día.

Y si hablamos de lentes de sol, ¿qué podrían decir de aquellos que son vendidos en peatonales o ferias, a precios muy económicos?

Desde mi visión como profesional, no recomiendo esos anteojos en absoluto. En primer lugar, porque son cristales que no han pasado por los debidos controles de calidad y seguridad. Son plásticos inyectados descartables, sin ninguna medida acorde. Inclusive, esos anteojos no tienen el filtro que deberían tener, por lo que la luz del sol puede dañar al ojo. Esos plásticos, al fabricarse de manera inadecuada, pueden tener un leve aumento o deformación que provoque patologías.-

Más información: Óptica Poeta Lugones: Av. Monseñor Pablo Cabrera 4337 – Tel: 4771291