El Orfeo Superdomo, icónico estadio techado en barrio Alto Verde y que albergó inolvidabes eventos culturales, artísticos y deportivos desde 2002, podría cerrar definitivamente. Así lo dijo su propio dueño. Durante la semana pasada, en una entrevista con “Punto a Punto”, Euclides “Tati” Bugiotti había revelado: “Al Orfeo no o abro más. Voy a ver que se puede hacer”.
El motivo de esta idea de cierre es el ya conocido: la cuarentena por el coronavirus hizo que este tipo de lugares no pudieran abrir y mantener en funconamiento sus servicios. El titular había agregado: “No hay forma de bancarlo ¿Sabés cuánto pago por mes para mantener e Orfeo cerrado? 1,7 milones de pesos, porque a todos los impuestos que hay que pagar, hay que agregarle los servivcios: no se puede cortar a luz, agua y gas. Es inviable”.
El dueño del lugar, expresó que el Orfeo no volvería a ser rentable hasta hacer un show que abarque el 100% de su capacidad, y aclaró que eso no volverá a pasar en el corto plazo por la pandemia, ya que por lo menos de acá a dos años, ni artistas locaes y ni internacionales podrán hacer sus recitales.
¿Cuáles fueron las posibilidades que analizó Bugiotti sobre el futuro del Orfeo Superdomo? El titular contó que le había pedido una reunión a a Municipalidad de Córdoba para analizar si se podría hacer otro “uso del suelo” y construir viviendas en el terreno. La otra posibiidad que circuaba es que las autoridades municipales expropiaran el Orfeo, como ya lo habían hecho con el Palacio Ferreyra.
Esta semana se dio la esperada reunión, tras la polémica que generó la noticia del posible cierre del Orfeo. Según “Punto a Punto”, Bugliotti “expuso los motivos por los cuales tomó la decisión de no abrir más el Superdomo y Llaryora se limitó a escuchar y evaluar alguna posibilidad que permita la continuidad del estadio”. Una fuente cercana a las partes informó: “La idea no es hacer torres allí, es otro tipo de proyecto, con unidades grandes. Ese sigue siendo el plan A de Bugliotti”.
¿Cómo continuaría esta historia? Desde la Municipalidad aseguraron que “es muy poco lo que pueden hacer”. El principal problema sería que no cuentan con los fondos necesarios para “salvar” al estadio. Pero Llaryora no quiere que Córdoba pierda ese espacio, por eso, no sería descabellado que se lo traslade a otra parte de la ciudad, ya que gran parte de la estructura (butacas, escenario, luces, aire acondicionado) es desmontable.