El mundo quedó en shock, el pasado miércoles 14 de septiembre, cuando salió a la luz una carta del multimillonario dueño de Patagonia Inc. Es que su gran gesto no es una noticia común dentro del mundo de las finanzas y el ambiental. Yvon Chouinard, anunció que transfería la empresa, sus activos y futuras ganancias a un fideicomiso y a una organización sin ánimo de lucro para combatir los efectos del cambio climático.
El empresario de 83 años, ya donaba el 1% de sus beneficios anuales a organizaciones y grupos ambientales. Pero era necesario hacer más, afirmó en su mensaje. Por eso, cedió toda su empresa, cuyo valor se estima en US$3.000 millones.”Si tenemos alguna esperanza de un planeta próspero, mucho menos un negocio, será necesario que todos hagamos lo que podamos con los recursos que tenemos”, expresó Chouinard.
Varias opciones pero una sola solución
El dueño de Patagonia contó que consideró inicialmente vender la empresa y donar todo el dinero obtenido a organizaciones ambientales. “Pero no podíamos estar seguros de que un nuevo propietario mantendría nuestros valores o a nuestros empleados en todo el mundo”, señaló.
Otra posibilidad era hacer la compañía pública (por medio de lo que se conoce como una oferta pública de adquisición), y vender todas o parte de las acciones. Pero como comentó el empresario, “habría sido desastroso. Incluso las compañías públicas con buenas intenciones están sometidas a una gran presión para generar ganancias a corto plazo”.
Fue ahí cuando tomó la decisión que hoy se hizo eco a nivel mundial: El 100% de las acciones con derecho a voto de la empresa se transferirán a un fideicomiso “Patagonia Purpose Trust”, creado para proteger los valores de la empresa. Por otra parte, el 100% de las acciones sin derecho a voto serán entregadas a Holdfast Collective, una organización sin fines de lucro dedicada a combatir la crisis ambiental y defender la naturaleza.
“En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza para inversores, estamos utilizando la riqueza que genera Patagonia para proteger a la fuente de toda la riqueza”, afirmó el empresario en su carta.
Por último, el empresario concluyó su carta con una reflexión: “A pesar de su inmensidad, los recursos de la Tierra no son infinitos y está claro que hemos excedido sus límites. Pero también es resiliente. Podemos salvar nuestro planeta si nos comprometemos en ello”.
