Por Casandra Quevedo
El comedor “Lucecita” tiene veinte años de trayectoria en la comunidad de Las Varillas. Todo empezó cuando una niña que se llamaba Luz (Lucecita) fue a la casa de una vecina a pedirle comida. Desde ese momento, Teresa Castro de Scarafía (fundadora) en conjunto con otras vecinas, comenzaron a darle la merienda a los niños del barrio que pasaban por esa necesidad y les dieron inclusión.
En la actualidad, el comedor creció tanto, que decidieron comenzar a realizar distintos talleres para los niños que asisten y sus familias, con el objetivo de que puedan sustentarse y tener un proyecto de vida. Los mismos son de manualidades, arte, costura y lenguaje de señas, entre otros. Justamente, con este último lograron una iniciativa espectacular.
A la profesora de lenguaje de señas, Adriana Fiore, se le ocurrió adaptar su enseñanza para lograr captar la atención de los chicos del taller. “Un día se me ocurrió enseñar a través de la música y elegí el cuarteto porque enganchaba, mis alumnos no se quejaban y de repente les gustó lo que estaban haciendo”, confesó la maestra en Telediario.
A los temas los representan no sólo con señas para personas sordas-mudas, sino que también lo hacen con gestos y movimientos del cuerpo, ya que hay muchas palabras que son difíciles. Los dos temas que los alumnos disfrutaron de aprender en lenguaje de señas fueron “Si un día vuelves” de Q`Lokura, y “Amuleto” de Ulises Bueno. Sin dudas este es un gran proyecto que merece ser replicado no solo en “Cuarteteando”, sino que en toda Córdoba y el país.