Un niño cordobés de 10 años ideó y dibujó su propio álbum de Qatar 2022

A menos de un mes para el comienzo del Mundial de fútbol, la ansiedad de los argentinos se está notando cada vez más. Canciones sobre la Scaloneta, entrevistas de los jugadores y hasta la fiebre por el álbum de figuritas son el boom del momento. Acá sumamos una nueva historia.

Álbum

Tomás Quiroga tiene 10 años y vive en Huinca Renancó, una localidad ubicada a 414 kilómetros de Córdoba Capital. A partir del furor que causó el álbum de figuritas del mundial que lanzó Panini, el niño se viralizó por una forma original de obtenerlo.

La falta de recursos económicos para comprar un ejemplar de la reconocida marca de figuritas no fue un impedimento, ya que Tomás ideó y dibujó su propio álbum. Sobre su idea, el cordobés contó: “Lo hice todo yo. Vi unos videos de youtubers. Antes de comprarlo, lo hice”.

El niño de Huinca Renancó agarró uno de sus cuadernos de la escuela primaria, sacó punta a sus lápices de colores y empezó a dibujar por horas cada uno de los equipos. Sus compañeros del cole, al ver su iniciativa y la necesidad de tener su propio álbum, lo alentaron para que lo terminara y todos los días le pedían ver los progresos.

Hasta sus propios papás se asombraron por su decidicación y empeño: “Le encanta dibujar y a nosotros nos sorprendió con este álbum, cuando lo vimos no lo podíamos creer”, confesó Gisela, su mamá. De esta manera, Tomás ya completó a las principales figuras de la Selección Argentina.

Otra forma de adaptar el álbum

Pedro Maron es otro niño, pero de Brasil, que con 11 años adaptó el álbum del Mundial de Qatar al sistema braille para poder coleccionar figuritas. Sobre esta idea, su papá había contado: “El álbum del Mundial de Qatar tiene páginas de la uno a la 20 y él sabe que cada una tiene 20 calcomanías, es más fácil para él ubicarlas. Pero aún no tiene lo más importante para él, la gran emoción es abrir el paquete y saber si la figurita está ahí o no. Él nos necesita. Le decimos cuál es el cuadro y luego lo busca”.

Mediante esta historia, su familia quiso visibilizar la necesidad de la inclusión de todos los niños, en cada álbum que saque Panini de ahora en más. Ojalá en un futuro las figuritas puedan ser coleccionadas por chicos con distintas capacidades, edades y clases sociales.