
Javier Lafuente y Mariana Mercedes Cuello se presentan como “una pareja de pintores indiferenciados”, capaces de fusionar sus gustos opuestos en una sola identidad artística. “Lo más raro de esta pareja es que los dos pintamos sobre el mismo cuadro”, cuentan entre risas. Esa dualidad se refleja en la firma que los identifica: JL3100, combinación del nombre de Javier y las iniciales de Mariana transformadas en números romanos.
En su Atelier ubicado en B° Parque San Vicente de la ciudad de Córdoba, ambos trabajan con acrílicos, fibras, poscas, tinta y microfibras, logrando una técnica mixta difícil de encasillar. “Nuestra intención es mostrar el color y el calor transmitidos por nuestros elegidos”, explica Javier. Sus obras se inspiran en el expresionismo, impresionismo y fovismo, corrientes que mezclan “eclécticamente”, como ellos mismos describen.

La pandemia fue un punto de quiebre en sus vidas. “Nos salvó de caer al consultorio del psicoanalista”, recuerda el Pintor nacido en Buenos Aires pero cordobés por adopción desde sus 6 años de edad. Encerrados y buscando refugio emocional, descubrieron que la pintura podía ser una salvación. Y allí nació la obsesión por los retratos: políticos, artistas, familiares y personajes anónimos que cobraron vida en su estudio.
“Lo más raro de esta pareja es que los dos pintamos sobre el mismo cuadro”. La creación compartida es el sello distintivo de JL3100: una misma obra, dos miradas que se complementan, se contradicen y finalmente se armonizan en un resultado único.


Entre los trabajos recientes de JL3100 se encuentran retratos de figuras destacadas del ámbito musical, cultural y artístico, realizados con su técnica mixta característica. Algunos ejemplos: Litto Nebbia, Rubén Juárez, el “Negro” Alvarez, el “Bocha” Houriet, Roberto Fontanarrosa, el “Flaco” Pailos, León Gieco, y muchos más. Hasta se dieron el gusto de retratar a Diego Maradona, el “Matador” Kempes, Freddie Mercury, Victor Brizuela, Pablo Milanes, entre otros.

Además de estos retratos de figuras públicas, JL3100 conserva una amplia colección de trabajos con políticos, personas comunes, familiares, amigos o encargos particulares: retratos contemporáneos, retratos de infancia, de generaciones, de hermanos o familias que nunca se habían visto en años — obras cargadas de emoción, recuerdos y reencuentros. A través de estas pinturas, la dupla busca capturar no solo la imagen, sino la esencia, el gesto, la historia personal de cada retratado.
Arte en complemento
Hoy, JL3100 tiene cientos de retratos realizados y muchos pedidos a través de redes sociales. También exponen en muestras y se encargan de enmarcar sus propias obras para “no encarecer el cuadro” y asegurar que la pieza llegue completa a su destino.
Pero detrás de cada pincelada hay una historia: la política fue parte del pasado de Javier, mientras que Mariana trae al arte su sensibilidad del teatro y la música —toca el clarinete—. “No imaginamos nuestra vida sin el dibujo y la pintura”, afirman convencidos.

“La pintura nos salvó de caer al consultorio del psicoanalista”. Durante la pandemia encontraron en los retratos un refugio emocional, un motor creativo y una forma de seguir cerca de la gente aun estando aislados.

La experiencia les dejó anécdotas únicas. Una vez un pedido terminó en la Casa Rosada: un cuadro fue adquirido por el gobernador de Santiago del Estero, entregado luego como regalo protocolar a Cristina Fernández de Kirchner. “En ese momento era dirigente de la UCR y llovieron las críticas porque pensaron que yo se lo había regalado a Cristina”, recuerda Javier, aún sorprendido por el revuelo.
Otra historia los marcó profundamente: lograron unir a dos hermanos que no se veían desde hacía más de 30 años con dos retratos que sirvieron como puente emocional. “Ese fue uno de los momentos más felices que nos regaló el arte” —resume.

Hoy sienten que la etapa de los retratos puede estar llegando a una pausa. Experimentaron con abstractos, pero —como dice Javier citando a Serrat—: “hoy las musas han pasado de mí, andarán de vacaciones”. Sin embargo, la creatividad nunca descansa demasiado: “Siempre alguna idea iluminará el futuro, un nuevo desafío aparecerá y lo encararemos”.
Más info: Javier Lafuente





