Por: Casandra Quevedo
Víctor Santorum, vecino de B° Poeta Lugones, es un fanático empedernido de “La Mona” Jiménez. Desde el año 1997 comenzó a coleccionar cada objeto de “valor sentimental” que representaba a su ídolo y hasta la actualidad no ha parado. Quizás la colección más grande de “Santo de Poeta Lugones”, sean todos los recuerdos en donde fue nombrado por el Mandamás, o compartió escenario en sus bailes. Sin dudas, no es un fanático más.
¿Cómo y cuándo comenzaste a coleccionar objetos relacionados a “La Mona”?
Empecé con un cassette que compré en el año 1997, que fue “La Puerta del Universo”, y de ahí muy de a poco fui juntando. Eso hasta que conocí a un amigo en el baile y con él nos íbamos a las casas de antigüedades en el centro, donde conseguimos muchos discos long play, cassettes y revistas. Cada cosa que encontrábamos para nosotros era un hallazgo, algo lindo que compartíamos por una misma pasión, que es “La Mona”.
¿Cómo está conformada tu colección?
Tengo objetos muy preciados para mí como los discos que grabó en vivo y donde me saluda… eso no tiene precio. Como ser: Selección Privada, Una Leyenda en Pie, En Vivo en el Luna Park 2007, etc. Prendas no tengo, es algo que tengo pendiente. Lo que sí me regaló son dos pulseras que las guardo como oro. Me gustaría conseguir un cassette en formato magazine, que son los que salieron antes que los tradicionales.
¿Alguna vez te regaló alguna prenda de sus famosos vestuarios?
Prendas no. Nunca me animé a pedirle. Es algo que tengo pendiente. Sé que en algún momento se va a dar y sería un sueño. Lo que sí me regaló son dos pulseras que las guardo como oro.
¿Cómo es tu relación con él?
Es una amistad con mucha confianza, “de corazón a corazón”, como dice él. Cuando me ve, me saluda. Es como si me conociera de toda la vida, algo único, me hace sentir uno más. Él es lo máximo y lo más grande que nos dio el cuarteto. Durante 20 años sin parar lo seguí a todos lados: viernes, sábados y domingos. He ido hasta días lunes a algunos bailes. Fui tres veces al Luna Park, viajé a Rosario, festivales, fiestas privadas y a todo el interior de Córdoba para verlo. Prácticamente, hacía la vida de él y a la vez trabajaba.
¿Por qué “La Mona” te saluda como el “Santo de Poeta Lugones”?
En el Súper Deportivo en el año 1999, fuimos al baile con dos amigos y llevamos una cámara de fotos (en ese tiempo se usaban rollos). Entonces, termina la primera selección del baile, Jiménez se va a cambiar y cuando regresa a hacer la segunda selección nos subimos al escenario para sacarnos una foto. En mi caso, era la primera pero tuve la mala suerte de que a la cámara se le acabó el rollo. Me puse muy mal, ahí “La Mona” me da un abrazo y me pregunta de qué barrio era y cómo me llamaba. Como mi apellido es largo, me dijo ´te voy a nombrar Santo de Poeta Lugones’. Le dije lo mucho que lo quería y que lo seguía a todos lados. Bajamos, siguió cantando y en la canción ‘Tu príncipe azul’ me nombró cinco veces. No me pude sacar la foto, pero ese día que me conoció fue el más feliz de mi vida.
¿A qué te dedicás en tu día a día? ¿Fuiste a muchos de sus bailes?
Trabajo en una empresa de productos panificados. Durante 20 años sin parar lo seguí a todos lados: viernes, sábados y domingos. He ido hasta días lunes algunos bailes. Fui tres veces al Luna Park, viajé a Rosario, festivales, fiestas privadas y a todo el interior de Córdoba para verlo. Prácticamente, hacía la vida de él y a la vez trabajaba.
¿Qué objeto de él te falta obtener?
La Mona tiene una trayectoria muy extensa, por lo que siempre falta o aparece algo nuevo referido. Son interminables las cosas que hay. Me gustaría conseguir un cassette en formato magazine, que son los que salieron antes que los tradicionales.
¿Con qué soñas?
Me encantaría que “La Mona” pueda estar en el Madison Square de New York, viajar e ir a verlo. Igual de mi parte, no le pido más nada… Hizo un sacrificio muy grande por el cuarteto, fue un adelantado en todo. Solo quiero agradecerle por dejar la vida en el escenario.