Susana Ballesteros (40) además de locutora, es actriz de doblaje, periodista y, ahora también, cantante. El año pasado lanzó su primer videoclip del tema, “Ya me cuido yo” y, hace dos meses, estrenó su segunda canción, “Déjame”. Pero el trabajo que la llevó a ser conocida fue el que realizó en 2014 y la convirtió en “la chica del GPS“.
Nacida en Móstoles, un pueblo que está al suroeste de Madrid, creció en Villaviciosa de Odón. Hija de un chofer de micros y una psicóloga, la madrileña inició su camino como profesional de la voz conectada a la historia de sus antepasados.
“Toda la familia de mi padre, mi abuelo y mis tíos, está relacionada con la carretera y los automóviles.Desde pequeñita, siempre lo he visto a mi padre con el autocar, haciendo viajes de larga distancia. Me parece muy curioso, que yo, que no tengo nada que ver con ese gremio, de alguna manera ahora sí: como que acompaño y guío con la voz”, expresó.
Sobre ser reconocida por ser la voz del GPS, la madrileña confesó: “No me molesta porque es un trabajo que hice con mucho cariño y del que estoy muy orgullosa. Si bien para mí es un honor, más me gustaría que me recordaran como Susana Ballesteros”. Justamente, gracias a ese trabajo, vivió anécdotas súper divertidas que le quedan para el recuerdo.
Una de ellas pasó en Argentina, país que adoptó como propio, ya que su esposo es argentino. La historia divertida pasó en 2018, cuando se subió a un remis y le hizo las indicaciones al chofer, quién anotó la dirección en su GPS y empezó el viaje. Mientras el hombre seguía las indicaciones de “la gallega”, la locutora estaba tentada de la risa.
La anécdota no pudo terminar de mejor manera. Susana contó: “Como ese chofer ya me había llevado un par de veces, le dije que la voz del GPS era yo. ¿Y qué pasó? Hasta el día de hoy somos amigos en Instagram. A veces me escribe y yo le escribo. Eso me parece tierno”.
Hoy, casada con el locutor Gerardo Prat y con dos hijas, vive Los Ángeles (Estados Unidos), donde busca abrirse más camino en su carrera como cantante. En dos díasva a dar a un concierto en el bar Jazzville de Madrid y su sueño, es hacer algún día un concierto en Buenos Aires, para completar su “triángulo perfecto” entre España, Estados Unidos Y Argentina.
Mientras tanto, asegura que desea seguir acompañando a la gente con su voz: Que a través de mi voz yo esté haciendo sentir a una persona segura, acompañada y querida, a partir de una historia que cuento, me parece muy bonito. Así como las voces de otros locutores fueron importantes en su momento para mí, me gustaría que la mía fuera igual de importante para otros”.
