¿Cómo y cuándo surgió tu interés por coleccionar objetos de los Mundiales?
Puedo decir que soy coleccionista desde que nací. Cuando era chico juntaba de todo. Con los años empecé a inclinarme por el fútbol, amo este deporte pese a haber jugado al básquet toda mi vida y desde el Mundial 1978, cuando mi papá me llevó a ver Alemania 6 – Mexico 0, comenzó esta linda locura por coleccionar objetos de los mundiales. Luego con los años y el hecho de poder estar en cuatro mundiales seguidos desde Alemania 2006 hicieron que me dedicara por completo a este hobbie tan especial.
¿Cómo empezaste a armar tu colección?
Lo primero que conseguí y atesoré fue una pelotita del Mundial ´78 que me regaló mi papá cuando aún no había cumplido los 8 años. Luego vino el “Gauchito”, la mascota oficial de nuestro mundial, el Álbum de figuritas y con los años fuí aumentando la cantidad y variedad de objetos hasta llegar a tener de casi todos los mundiales a partir de Uruguay 1930 en adelante. Por suerte, ya he sumado varios objetos de Qatar 2022 por más que aún no comenzó el mundial. Si bien no llevo la cuenta, fácilmente son unos miles de objetos los que forman parte de mi colección. Todos los que tengo son originales de cada época. Como coleccionista no me gusta atesorar réplicas o imitaciones, salvo que sea imposible conseguirlos como ocurre con los mundiales de Italia 1934 y Francia 1938 que por culpa de las guerras, casi han desaparecido o son muy difícil conseguirlos.-
¿De qué manera fuiste consiguiendo estas cosas?
Mi colección comenzó a acrecentarse a partir de los viajes que pude hacer a cada mundial desde Alemania 2006, pasando por Sudáfrica 2010, Brasil 2014, hasta el último en Rusia 2018. Estando en cada país anfitrión, no perdía la oportunidad de traer todo lo que había dando vuelta y es así que desde los vasos que te daban con bebida en los estadios, hasta una botella o lata de coca o cerveza, souvenir variados… atesoraba todo. En mi último Mundial que fue en Rusia, la línea aérea por la que viajé permitía traer hasta 2 valijas de 23 kg cada una. Ante esa posibilidad, la aproveché y terminé trayendo las 2 valijas, más un bolso y mochila de mano llena de objetos de lo más variado. Muchos objetos me los han regalado, otros los he conseguido comprando por las páginas de venta que hay en las redes y también por intercambios con otros coleccionistas de Argentina y el mundo.
¿De qué manera te comunicas con esos otros coleccionistas del mundo?
A lo largo de la vida he logrado conocer y generar grandes amistades con coleccionistas de varias provincias de nuestro país y de otros países como Italia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Qatar, España, entre otros. Con ellos mantengo contacto permanente vía WhatsApp y también por Instagram para mostrarnos lo que ha conseguido y sumado a su colección. También hemos podido coordinar reunirnos para hacer intercambios.
¿Qué es lo más curioso que tenes?
No termino de sorprenderme gratamente de la cantidad y variedad de artículos que se fabricaron con motivo del Mundial 78. Para la época y poca tecnología que había, se hicieron cosas increíbles y de un gran valor tanto económico como de terminaciones y detalles. Del ´78 tengo desde un puff con la forma del logo del Mundial hasta ceniceros de cobre y madera, mates, radio, cigarreras, insignias para autos, llaves, encendedor, botellas de vino y gaseosas, platos, juegos de café, de té, azucarera todo en porcelana Verbano, relojes despertadores y de pulsera, más una gran variedad de llaveros, medallas, pins, juguetes, etc. ¿Lo más antiguo? Una medalla y entrada del Mundial de Uruguay 1930. Por otra parte, no tengo ninguna camiseta usada por un jugador, pero sí una que perteneció a la utilería de la selección argentina para el Mundial de Sudáfrica 2010 firmada por todos los jugadores de ese mundial, entre ellos Messi, Kun Agüero, Pipita Higuain, Di María, “Chiquito” Romero y varios más.
¿Qué fue lo que más te costó conseguir y qué te gustaría tener que aún no tengas?
Lo que más me costo conseguir fue un colectivo de lata litografiada del Mundial ´78. Se trata de una pieza única, no se hicieron muchos ejemplares y sobre todo no han durado con los años, por eso se hizo dificil conseguirlo. Y lo que me gustaría conseguir es a “Willy” la mascota del mundial de Inglaterra 1966. Es la única mascota de mundiales que me falta y justo fue la primer mascota que tuvo un Mundial. A partir de allí cada evento mundialista presentó la suya.
Experiencias mundialistas
¿A qué mundiales fuiste?
Estuve en Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia en el 2018. Cada uno tuvo su particularidad y atractivo tanto por lo que significa vivir un Mundial como las costumbres existentes en cada país organizador. En Sudáfrica disfruté de las 32 días que estuvimos allí, pude presenciar todos los partidos que jugó nuestra Selección y de disfrutar de un país maravilloso, haciendo safaris y conociendo varias ciudades. Ahora, si me preguntas cuál fue el mejor… sin dudar te respondo: Rusia 2018, por lo que pude conocer, aprender de esa cultura, incluso con los amigos que viaje, hicimos un curso en la escuela de lengua que nos permitió aprender a leer su grafía (cirílico) como también comunicarnos. Todo eso hizo que fuera una experiencia única en un país donde su gente no es el Presidente que los gobierna, al contrario, son muy humilde, hasta diría sumisa pero terriblemente solidarios, atentos y serviciales.-
¿Cómo vas a vivir el Mundial de Qatar?
Lamentablemente me voy a sentir un poco raro, ya que será mi primer mundial en años que lo pasaré acá, y seguro voy a extrañar esas vivencias únicas que se disfrutan en cada Mundial… tanto la diaria conociendo el país, como la previa de cada partido, las horas que estás dentro de los estadios alentando y pos partido festejando con otros hinchas como uno, en tierras tan lejanas. Creo que nuestra selección tiene todo para hacer un gran Mundial y traer la copa; y Messi se lo re merece.
¿Qué representa esta colección en tu vida?
Mi colección es gran parte de mi vida, porque le dedico mucho tiempo a ella y pienso hacerlo hasta que me muera. Mis dos hijos, Matías y Lucas, ambos futbolistas, me han apoyado y acompañado siempre. Por suerte mi hijo Lucas (el menor) es quién más está a la par mía en búsqueda permanente de nuevos objetos para sumar. A mi colección la defino con una sola palabra: “Pasión”. Es algo que disfruto casi diariamente y para aquellos que se dedican a coleccionar, sea cual sea la temática, sabrán comprender lo que genera.
Más información: @mundiales.de.futbol
