CONICET Córdoba desarrolló eco ladrillos a partir de plásticos y residuos

Los productos reciclados están certificados y son aptos para edificar. Incluyen tejas de caucho ,bloques de plástico PET, ecocabriados plásticos para techos, placas de tetrabrik y otras de cartón para cerramientos.

CONICET Córdoba desarrolló eco ladrillos a partir de plásticos y residuos y los mostró en la Cumbre de Economía Circular que se desarrolló en el Complejo Ferial de Córdoba a fines de Noviembre.
“Los ladrillos están hechos con plásticos de botella y residuos de aparatos eléctricos, mientras que las tejas son de caucho y plástico reciclado”, explicó el investigador Lucas
Peisino.

Respecto a los beneficios que tiene el uso de estos ladrillos, Peisino explicó que
evitan que los residuos vayan a un enterramiento sanitario y vuelven a un “ciclo
económico y productivo”.
“Tienen una aislación térmica del doble que los ladrillos tradicionales”, valoró y destacó que “son más livianos que los comunes, lo cual facilita el trabajo del albañil”.

Sobre el costo de producción, el investigador reconoció que construir estos ladrillos implica el doble de gasto que uno común, pero que han comprobado que si los construye la Municipalidad, se ahorra el gasto de enterrar los residuos y se los utiliza en la fabricación de este material, por lo que termina siendo beneficioso.
La propuesta pertenece al Centro Experimental de la Vivienda Económica y el CONICET.
Cabe destacar que con estos materiales se construyeron prototipos de viviendas en Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, Buenos Aires y otros puntos de la Argentina. El organismo transfiere y capacita en esas tecnologías de construcción a municipios, empresas y ONG’s vinculadas a resolver el déficit habitacional.


A su vez, el Dr. Peisino expresó que los desafíos que enfrentan en materia de investigación son variados e interdisciplinares, uno de ellos tiene que ver con la valorización de residuos para el desarrollo de componentes constructivos que sean novedosos y aptos para la construcción de viviendas, y que puedan ser producidos en el ámbito local por municipios, cooperativas, ONGs y PyMES. Además, afirmó: “Uno de los desafíos más importantes a los que nos enfrentamos, es al desarrollo de componentes constructivos con materiales reciclados que sean competitivos económicamente, que posean una baja energía incorporada y que la tecnología para su producción sea viable en el medio local”.

Triple impacto

Los componentes constructivos elaborados en base a PET posibilitan la reutilización de un residuo de gran volumen y complejo tratamiento como son las botellas descartables de polietilen-tereftalato, para convertirlas en componentes constructivos. Se trata de una tecnología de triple impacto –ambiental, social y productivo- que procura reducir el enterramiento y la acumulación en basurales de un residuo importante como son las botellas de PET, brindar soluciones tecnológicas para el mejoramiento del hábitat y generar trabajo para emprendimientos productivos de fabricación de componentes.