Crece la desocupación de personas de más de 40 años en Córdoba

Según un relevamiento del INDEC, durante el primer trimestre del 2022, la desocupación en Córdoba fue de 9,7%. La misma se encuentra por encima de la media nacional. Una parte de estos desocupados son mayores de 40 años de edad. ¿Qué pasa con esas personas que se quedaron sin aportes o tienen empleos que no son en blanco y no llegan a jubilarse?

Por: Casandra Quevedo

Desocupación

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la desocupación en el primer trimestre de 2022 fue del 7%. Al mismo tiempo, 2,2 millones de personas (10% del total de la población activa), se encuentran subocupadas. De ese total 1,5 millones demandan más empleos, mientras que 3,4 millones buscan otro trabajo.

Otro dato a tener en cuenta es que el 73,4% del total de trabajadores ocupados son asalariados, de los cuales el 27% no tiene descuento jubilatorio (trabajan en condiciones
de informalidad).

¿Cuál es la situación de Córdoba?

En lo que va en el año, en el Gran Córdoba la desocupación fue del 9,7%. Este valor se
encuentra por encima de la media nacional y es la más elevada del país.

¿Quiénes son los principales desocupados? Las mujeres. Según el relevamiento del INDEC, la tasa de desocupación fue del 8,3%. Por su parte, el porcentaje para los hombres fue del 5,9%. No sólo en Córdoba, sino en toda Argentina, las mujeres entre 30 y 64 años son las
más perjudicadas.

“Solo queremos trabajar”

Marcela tiene 56 años y cerca de la jubilación, ha ocupado sus últimos 7 años en el puesto de preceptora en un IPET de Córdoba, hasta este año…

“A mediados del 2015 ingresé a trabajar como preceptora en un IPET en calidad de suplente. La suplencia duró casi 7 años continuos. El 28 de febrero pasado me quedé sin trabajo como consecuencia de la jubilación de la titular del cargo y debido a una ley nueva del Ministerio de Educación. La misma dice que al publicar el cargo, en el mismo queda la/el docente que tenga mayor puntaje, y se le da prioridad si es del mismo colegio”, contó Marcela.

Además, agregó que, al ser empleada del Estado, una vez que se quedó afuera del colegio no pudo ni siquiera acceder a un subsidio por desempleo, y sumó que en la actualidad (hace 6 meses) ha buscado constantemente pero no puede conseguir trabajo, por la edad que tiene.

Hasta el día de hoy, cada vez que se publica un cargo de preceptor, Marcela se dirige al colegio y se anota. Pero asegura que “es tal la demanda, que es imposible quedar en el cargo”, ya que al tener prioridad los docentes del establecimiento, los inscriptos “de afuera” solo quedan en la lista.

La ex preceptora, que desea mucho trabajar, ha agotado casi todas las instancias. Hasta se dirigió a la UEPC de Córdoba para exponer su situación, pero la contestación de la institución fue que, en su caso particular, la ley vigente la perjudica, ya que al publicarse el cargo no se contempla su antigüedad en el mismo.

“La verdad es que siento que nadie defendió mi fuente laboral. Muchas personas tenemos ganas de trabajar, de salir adelante, de traer el pan a la mesa, pero como tenemos más de cincuenta no ‘encajamos’ en el ámbito laboral. Somos rechazados por el sistema porque suponen que a esta edad ya estamos camino a la jubilación. Pero se debería contemplar que no todos tuvimos la oportunidad de estar en blanco en todos los empleos que tuvimos en nuestra vida”, expresó.

Como su caso, hay muchísimos, porque si bien su franja etaria es la más afectada, el desempleo no distingue rango de edad. Hay que tener en cuenta que detrás de cada persona desempleada hay una historia, horas de búsqueda, decepciones e ilusiones. El Estado debe garantizar el derecho del empleo, pero como sociedad siempre podemos tender una mano y dar oportunidades.