Una historia en común, el amor de una abuela, el cariño fraterno, el deseo de salir adelante un paso a la vez, y la tentación, a cada instante, de salir corriendo para ya nunca volver. Una familia al borde de la desintegración, roles no asumidos, diferencias irremontables, viejos reclamos sin resolver, una convivencia asfixiante. Mientras tanto se sigue, se aguanta, se hace lo que se puede día a día con la omisión como única estrategia de supervivencia. La historia de una familia “como todas… con sus cosas” narrada desde el humor y la ironía en la dramaturgia de Claudia Tolcachir. Llega a Córdoba bajo la dirección de Juan Herrera.
“La omisión de la familia Coleman” se está llevando a cabo en el mes de julio en Teatro La Luna. Dialogamos con su director Juan Herrera, vecino de barrio Poeta Lugones, para conocer sobre su trayectoria y la vocación de dirigir.
¿Cómo surgió tu vocación por el teatro?
Todo comenzó una vez que finalicé mis estudios en cine y televisión, que de hecho soy licenciado. Pero durante la carrera, que disfruté muchísimo, nunca había podido dirigir ficción, solo dirigí un documental. Dirigir siempre fue como un sueño o una aspiración que tenía pero tampoco me sentía listo. Esto me llevó a decidir formarme más para poder hacerlo bien, empecé a hacer talleres de guion y talleres de teatro porque sentía que esas eran mis dificultades, sobre todo a la hora de comunicarme con los actores, quería tener más herramientas para poder dirigirlos mejor.
“El camino del actor y del artista en general es un camino de mucho sacrificio, entrega y formación permanente. Uno va ganando experiencias y aprendiendo con cada proyecto”
Cuando empecé a hacer teatro me voló la cabeza, siento que me enamoré del teatro y poco a poco fue ganando más espacio en mi vida. Al comienzo hacía ambas cosas ya que todavía abordaba proyectos audiovisuales, cinematográficos y teatrales, pero solo ocupando el rol de dirección de actores cuando hacía cine. De a poco me fui inclinando más por el teatro, actividad que me encuentra actualmente en un cien por ciento de ocupación. Además estoy estudiando la carrera de Licenciatura en Teatro de la UNC y me hace muy feliz, encontré una nueva pasión y disfruto mucho esta nueva etapa.
¿Cómo fue tu formación hasta dirigir una obra?
Previo a dirigir mi primera obra yo tenía una base que me dio haber estudiado cine, sin embargo creo que en lo propiamente teatral fue un camino más autodidacta, fui eligiendo mis propios mentores ya sea a través de seminarios, talleres, masterclass o sumándome también a proyectos, como actor aprendí mucho de mis diferentes directores, de sus aciertos y errores. Ahora sigo complementando mi formación con lo académico. Creo que el camino del actor y del artista en general es un camino de mucho sacrificio, entrega y formación permanente. Uno va ganando experiencias y aprendiendo con cada proyecto.
¿Sos director y guionista?
Hasta la fecha escribí solo una obra, las otras experiencias que tuve han sido con textos de Claudio Tolcachir, un dramaturgo que admiro y me fascina. En el futuro me voy a abocar de lleno a la dramaturgia, es una actividad de la cual me estoy formando en base a seminarios de dramaturgia y escritura, lo que me tiene muy contento desarrollando esa faceta.
“La omisión de la familia Coleman” es una obra de Claudio Tolcachir, es la segunda obra que dirijo de su autoría. Antes había asistido a Matías Benedetti en la dirección de “Emilia” y el año pasado dirigí “Tercer cuerpo” también del mismo autor.
¿Cómo se gesta una obra de teatro?
Yo creo que se gesta desde la pasión y desde el amor que tenemos los hacedores teatrales de Córdoba. Los contextos muchas veces no son los más propicios porque siempre cuesta, sobre todo desde lo económico, encontrar los medios. Pero creo que se gesta desde el amor por el teatro, desde la vocación y con mucho sacrificio. Para este proyecto en particular a mí me convocan los actores, me proponen el texto y yo convoco al resto del elenco, pero lo fundamental es eso, lo que nos une y tienen en común experiencias del pasado con las actuales, es que siempre hay una pasión y un deseo de hacer teatro y de disfrutar ese proceso.
“Una obra se gesta desde el amor por el teatro, desde la vocación y el sacrificio”
¿Por qué deberíamos ir a verla?
Es una obra hermosa, un clásico del teatro nacional. El espectador se identifica mucho con la obra, viene al teatro, se conmueve, se muere de risa porque tiene mucho humor negro y nos permite hacer catarsis sobre cosas que nos pasan en la vida cotidiana. Es hermoso poder ir al teatro, pasar un momento agradable y reflexionar sobre la vida.
La obra por su director
“La omisión de la familia Coleman” cuenta la historia de una familia disfuncional en la que los roles de cuidado y de autoridad están totalmente invertidos o no se cumplen de un modo tradicional. Esto sumado a las particularidades de los miembros de la familia, hacen de la convivencia un acto imposible y algo infernal. El autor pone en tensión los vínculos de la solidaridad familiar con los intereses individuales de cada personaje, con su realización personal y el deseo de cada uno de ser feliz y salir adelante. En ese sentido creo que el público se puede identificar, con la duda de hasta donde aguantan estos vínculos de solidaridad familiar cuando vos sentís que te estás ahogando en un lugar, en una familia o relación, hasta donde se sostiene.
Este es un punto fuerte de la obra porque pasa mucho en las familias, sobre todo cuando aparece la enfermedad, en este caso la enfermedad mental en el medio, ¿quién se hace cargo de los enfermos?, ¿a quien le corresponde y hasta qué punto están obligados los miembros de la familia a hacerse cargo del más vulnerable?. La dramaturgia genera preguntas y los espectadores por eso se identifican y entienden a los personajes, los juzgan y se mueren de risa también. Cuando algo te resuena y te toca de cerca pasa eso.
“La omisión de la familia Coleman”
FICHA TÉCNICA
Dramaturgia: Claudio Tolcachir
Dirección general: Juan Herrera
Producción/ Asist. de Dirección: Paola Bessone
Diseño escenográfico: Mercedes Coutsiers
Realización escenográfica: Guillermo Goffre
Diseño de Iluminación: Agustín Sánchez Labrador
Vestuario: Mercedes Coutsiers
Fotografía: Agustín Spinelli
Diseño Gráfico: Sandra Cagnolo
ELENCO
JOAQUÍN RODRÍGUEZ
MARICEL HERNÁNDEZ
ESTEFANÍA KIESSLING
ALEJANDRO IUDICELLO
MAXIMILIANO SALAS
VIRGINIA GARRONE
IRENE GONNET
FABIAN SPINOTTI
Más info:
Próxima función: Sábado 27 de julio 21 hs en Teatro La Luna, Pasaje Escuti 915
Anticipadas: Tel: 351-2366665 ó www.antesala.com.ar
Juan Herrera / @laomision_teatro