Hoy, 30 de octubre es un día que nunca pasa desapercibido para todos los amantes del fútbol mundial. Hoy, Diego Maradona hubiera cumplido 61 años. Quizás es una fecha más especial aún, porque es el primer cumpleaños sin el ídolo argentino. Su existencia hizo felices a millones, que tanto hoy, como el resto del año, le rinden homenajes en agradecimiento.
“Diego es el más argentino de todos los compatriotas”
Uno de ellos es Alfredo Chaguri, un contador cordobés que es fanático y que armó en su casa un museo con las reliquias del 10. Sobre su ídolo, expresó: “Como Diego no hubo nadie igual. Es la bandera argentina. Es el más argentino de todos los compatriotas que me podés nombrar. No hay como él”.
Su fanatismo empezó desde que Maradona era tan sólo un adolescente: “A los partidos que vino a Córdoba estuve en todos, desde que jugaba en Argentinos Juniors. Incluso lo veo desde que jugaba en la selección juvenil”. Y aunque Diego ya no esté físicamente, hasta el día de hoy Alfredo no se pierde ni un partido de Boca, el club de los amores de su ídolo.
“Tengo una butaca propia en La Bombonera y el récord de no haber faltado a ningún partido de local durante siete años. ¡Y viviendo en Córdoba! Somos unos 50 los que vamos a ver Boca en avión. Y el que no falta a ningún partido soy yo, lo tengo hasta registrado”, confesó.
Una colección invaluable
Desde fotos de sus partidos, hasta una copa de champán en la que tomó Diego o camisetas firmadas por él, son algunos de los tesoros que Alfredo fue coleccionando con el paso de los años y tiene en su casa como símbolo de su devoción. “También sumé a mi museo una gorra de La noche del 10, entre otras cosas que tengo”, agregó.
Pero el objeto que tiene más valor sentimental para el cordobés, fue un gorro gigante de Maradona, que no pasó desapercibido durante el Mundial de Sudáfrica 2010 y le permitió ingresar a la concentración argentina para conocer al 10 y regalárselo. “Fui por un solo partido y lo dejé todo”, dijo Alfredo.
“La cabeza de Dios”
La historia de la cabeza de Dios le va a quedar atesorada toda la vida: “Mis amigos estaban hace cuatro años organizando este viaje a Sudáfrica y yo no podía ir. Llegó el partido de Grecia, yo estaba en Córdoba y no podía creer que no estuviera allá. Yo lo amo a Diego. Entonces me decidí acompañarlo y mi señora me dijo que iba a hacer algo para llegar a él”, comenzó diciendo el fanático.
Su estadía en Sudáfrica no iba a pasar inadvertida: “Mi esposa encargó hacer una cabeza de Maradona, con una caricatura, junto con los siete animalitos para mis amigos. Y tan bien salieron los sombreros que salimos en muchos medios del mundo”, agregó. El resto, es historia… Desde la tribuna lo vio Alejandro Fantino, quién encantado con el sombrero bajó de su cabina de transmisión y lo invitó a su programa.
Al verlo, Ruggeri le dijo: ‘Vos no podés llevarte eso. Eso es del Diego y se lo tenés que entregar personalmente. El jueves te llevo al entrenamiento’. Alfredo tuvo que cambiar su pasaje de vuelta, pero se quedó esperando por ese encuentro: “Me llevaron a la concentración, empezaron a llegar los jugadores, hasta que apareció él. Casi me muero de emoción. Le dí un abrazo, no paraba de darle besos y decirle que lo amaba”, contó muy emocionado el fanático.
Las palabras de Diego al ver “La Cabeza de Dios”, fueron: “Está buenísima”. Tanto le gustó que se la regaló a su nieto Benjamín. A cambio, le regaló a Chaguri una camiseta firmada y se sacó varias fotos con él. Esta fue la historia de un gran amor maradoniano.