Por: Flavia Cerutti (Lic. en Psicología – M.P. 13357)
El aislamiento social, los avances tecnológicos, el uso de las redes sociales, etc., en general contribuyeron a una especie de desconexión general con aquello que antes resultaba significativo o tenía sentido para el desarrollo de nuestra vida diaria. La desconexión de los demás, la soledad, el no pertenecer a un grupo, no tener amigos, etc., es la primer clave a tener en cuenta. Es necesario romper el círculo que se retroalimenta: Estoy aislado-Me deprimo-Me aislo aún más.
Es importante aclarar que no es fácil, ya que uno de los síntomas de la depresión suele ser una disminución importante del interés o placer por casi todas las actividades durante la mayor parte del tiempo, que la podemos comparar con una falta de combustible. Es muy importante saber que es necesario esforzarse para volver a la acción, sólo de esa manera vuelve la motivación. En situaciones normales es la motivación la que nos hace actuar, en este caso lo que se busca es la motivación a través de la acción para que la persona
logre entrar en un ciclo más saludable de Acción – Motivación.
¿Cómo volver a “conectarnos”?
La psicología cognitivo conductual nos ofrece una técnica que ha demostrado su eficacia para este tipo de tratamientos, es la Activación conductual. ¿Con qué tipo de actividades debo volver a conectar? Con actividades significativas, placenteras, aquellas que les den un sentido y un valor a las diferentes facetas de la vida. Se busca la conexión con un trabajo significativo.
¿Qué puedo aportar a mi comunidad? Conexión con la naturaleza, grupos sociales, con actividades placenteras, con ejercicios de atención plena, con actividades nuevas, con una nueva manera de pensar, mas flexible y menos rígida. Conectar con un futuro esperanzador, poder hacer proyecciones a futuro. En muchos casos las pérdidas de empleo han afectado significativamente a la vida de las personas. Es necesario buscar el camino para recuperar la dignidad, el estatus perdido.
Por supuesto que puede existir una predisposición genética a desarrollar algún tipo de trastorno, pero, según cómo llevemos adelante nuestra vida, podemos hacer que se exprese más o menos la genética.
El aporte terapéutico
En este mundo de pandemia nos encontramos más expuestos a desarrollar desordenes de estado de ánimo, depresión y ansiedad. Los pensamientos, emociones y conductas, muchas veces mantienen y agravan el problema, por lo tanto, requiere tratamiento psicológico. La terapia cognitivo conductual aporta a los pacientes las herramientas para cambiar sus conductas y sus emociones mediante un cambio en la manera que se perciben los acontecimientos de la propia vida.
Al trabajar todos estos aspectos desde un enfoque cognitivo conductual , los pacientes aprenden a desarrollar la capacidad de sí mismos para tomar medidas y gestionar sus emociones. ¡Es momento de ocuparnos de nuestra salud mental!
Más información: Cel. 3512805422