Taller de música e instrumentos ecosustentables en el Polideportivo Social Sargento Cabral

En el marco del cuidado del medio ambiente estos talleres ofrecen conciencia y diversión a través de la música. Se dictan en el Playón Deportivo y concurren niños de entre 6 y 14 años como forma de recreación y contención ante las situaciones sociales.

La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son conceptos cada vez más frecuentes en la sociedad. La construcción de instrumentos ecosustentables nace como una innovadora fusión entre la música y la conciencia ambiental. Estos instrumentos transmiten un mensaje de respeto hacia nuestro planeta y presentan un compromiso con la preservación de la naturaleza.

Desde el Playón Deportivo Sargento Cabral, estos conceptos se unen al entusiasmo de profes y niños que llevan a cabo la actividad en un taller de música que combina, además, la construcción de instrumentos con juegos recreativos para permitir diversión y contención en niños de entre 6 y 14 años de toda la zona.

Música y Medio Ambiente

Dialogamos con su coordinadora Natalia Toledo y con el profe Franco, que además forma parte del Equipo de Salud para la Prevención de Adicciones, y ambos nos cuentan al respecto de ésta actividad:

¿Cómo nació la idea de fabricar instrumentos musicales ecosustentables?
La idea de armar estos instrumentos con materiales como tachos de plástico, lonas de piletas o publicidades, en fin, materiales que tenían un primer uso y luego dejaron de ser funcionales  para eso, nace a través de un amigo que me enseñó a fabricarlos como una manera de aprovechar tantos materiales desechables, darles un uso y transformarlos en instrumentos. Desde un principio era para cubrir esa necesidad de tener instrumentos en el polideportivo, principalmente para hacer los talleres de música para los chicos que concurren al taller, ya que teniéndolos nos da pie para pensar en otro tipo de estrategias para compartir música.

“Es una manera de aprovechar tantos materiales desechables, darles un uso y transformarlos en instrumentos para cubrir la necesidad de tener con que enseñar en el taller”

¿De qué hablamos cuando nombramos esta práctica? ¿En qué consiste y cuáles son sus beneficios?
El beneficio de esta práctica radica en generar un momento hermoso, de felicidad y conexión entre todos los que estamos a través de la música, que se convierte en la herramienta, en el canal, y en eso que facilita que nos conectemos con la otra persona desde otro lugar, generando un espacio de disfrute muy importante para el día a día.
También nos permite encontrarnos con otra faceta de uno mismo en esto de tocar, cantar y escuchar. Además nos gusta que los niños se involucren en la construcción de sus instrumentos.

“El beneficio de esta práctica radica en generar un momento hermoso, de felicidad y conexión entre todos los que estamos a través de la música, que se convierte en la herramienta, en el canal, y en eso que facilita que nos conectemos con la otra persona desde otro lugar”

¿Qué materiales utilizan habitualmente para fabricar sus instrumentos?
Tenemos un instrumento que es el tambor lonero, hecho con lonas de piletas, ya que es un material resistente a los golpes que implica un instrumento de percusión. Su sonido es muy similar al de un bombo convencional, estos materiales logran la calidad en el sonido y en la resistencia. Si fuera un bombo tradicional de cuero, el material se va secando y se va rajando, es mucho más frágil si la madera se moja y otras circunstancias, estos instrumentos necesitan otro tipo de cuidados. También usamos tachos que resisten al agua, al sol y a los juegos de los niños, botellas de plástico y muchos más.

“Es una sorpresa de ver como un tacho o una botella de plástico,  o una manguera de pronto ocupa otro rol y ver como esa construcción se convierte en un instrumento hermoso con sonidos muy lindos, lo que da muchas ganas de seguir fomentando esta práctica”

¿Existen en la actualidad estos tipos de instrumentos en el mercado musical?
Si, de hecho yo conocí esto a través de Miguel Luque, es lutier y empezó a generar el proyecto de armar instrumentos de percusión, principalmente, con materiales reutilizados, y al proyecto lo llamó “toco con poco”. Con él se contactan docentes y músicos que le compran sus productos, y es su fuente de ingreso y de vida.
Ha dado talleres de confección de instrumentos de los cuales participé y aprendí sobre esta actividad. Él propone no sólo la construcción de instrumentos para solventar la deficiencia de conseguirlos para un taller de música, sino también como una salida laboral. Lo que él dice es que un hermoso instrumento musical invita a las personas a querer tocar y aprender a utilizarlo.

¿Crees que la conciencia ambiental está instalándose en el mundo de la música?
Creo que se intenta generar conciencia a partir de esto, pero lleva mucho tiempo y no es fácil. Es una apuesta para seguir insistiendo y construyendo ya que es parte del cuidado del ambiente y del lugar donde vivimos.
El mundo de la música es muy amplio y mercantilizado, aunque hay algunos músicos que utilizan éstos instrumentos, de hecho Miguel Luque tiene otra propuesta artística musical que se llama “tampoco tampoco” y utiliza los instrumentos que construyó. Las canciones que hace son propias e incluso reutilizadas y recicladas de otras canciones muy conocidas siguiendo con ese concepto.

¿Cómo es la recepción de esta práctica en la sociedad?
Es una sorpresa de ver como un tacho o una botella de plástico,  o una manguera de pronto ocupa otro rol y ver como esa construcción se convierte en un instrumento hermoso con sonidos muy lindos, lo que da muchas ganas de seguir fomentando esta práctica.

Más info: Contacto: 351 808 5944 (Natalia Toledo, Coordinadora)