Jueves retro. La crisis de principios de los 2000 estuvo signada por una nueva modalidad de intercambio, que puso al trueque como salvavidas de los sectores más golpeados ante la inestabilidad económica. Después de 20 años y a causa de la crisis por el Coronavirus, esta experiencia volvió a replicarse en Córdoba. ¿Cómo funcionaba en aquellos años?
Del 2000 al 2002, los clubes de trueque crecieron de manera exponencial en cada rincón del país. En Argentina, hubo más de 300 mil socios de nodos de trueque y llegaron a circular 15 millones de pesos en “bonos”. Los vecinos se organizaban para intercambiar bienes y servicios. Los alimentos eran lo más buscado.
“Trocadores” por toda la ciudad
“Es una práctica social diferente, hay una valoración distinta de los bienes porque el dinero transforma el bien en mercancía. En el Trueque se obliga a otro tipo de valoración”, señaló el sociólogo Cristian Ferrer en la edición de Abril 2002 de EXPRESION NORTE.
Por su parte, en Octubre del 2001, Beatriz del Nodo Alberdi explicaba: “El Club tiene su propio lenguaje y funciona con un sistema de organización horizontal, donde todos participan. El diseño y los consumidores no existen sino que cada uno se convierte en consumidor. Es decir: En productor y consumidor al mismo tiempo. Tiene un fin solidario y se busca satisfacer las necesidades básicas”.
En el Centro Vecinal Las Magnolias también supo funcionar un Club de Trueque. Allí cada persona traía todos los sábados lo que quería intercambiar (desde comida, utensilios y artículos de librería, hasta servicios de jardinería, mecánica de autos o arreglos de costura). Se hacía un bono “simbólico” y de esta manera, los vecinos podían interactuar y ayudarse entre sí.
“Se ofrece un turno al médico a cambio de planchar la ropa. Se canjean cortes de cabello por empanadas o pollos. O se cambia un lavado de auto por ropa. O un par de zapatillas por aceite”, señalaban los organizadores en aquella época. “Yo traje algunas cosas que tenía en mi casa y ya no usaba, y me llevo ropa y verduras que me hacían mucha falta”, manifestaba uno de los “Trocadores”. Lo llamativo es que también llegaron a sumarse a esta “movida” profesionales como abogados, psicólogos, médicos, enfermeros, odontólogos y hasta mecánicos de autos o técnicos de services de lavarropas o televisores.
Dicen que en la vida… todo vuelve y parece que el Coronavirus hace renacer a los famosos nodos del Club del Trueque.
