Un cordobés viaja con una carretilla hasta Chubut para ver el espectáculo de las ballenas

Diego Gauna salió a la ruta desde Monte Maíz el 19 de mayo, caminando solo y con un claro objetivo: llegar a Puerto Madryn. "No tengo plata para tomar un avión y ver este espectáculo natural encantador... Es una promesa y voy a cumplirla", aseguró en medio del camino.

Diego Gauna (43 años) es un cordobés que viaja a pie llevando una carretilla y espera llegar a la ciudad de Puerto Madryn para ver el espectáculo de las ballenas. No es la primera vez que realiza este tipo de travesías, ya que recorrió el país en bicicleta hace algunos años  desde la Quiaca a Tierra del Fuego. Pero en esta oportunidad decidió hacer el tour caminando.
Así, el intrépido viajero partió desde Monte Maíz, en la provincia de Córdoba, el pasado 19 de mayo, y recorrerá más de 1.300 km con una carretilla que lleva a pie. Allí, sólo lleva nylon, ropa, café, frutos secos, azúcar, una cocinita y una carpa. En estas condiciones y con una fuerza de voluntad, ilusión y pasión admirable, transita más de medio país para ir a ver a las ballenas. 

“Voy a ver las ballenas porque yo soy un pobre gaucho, no tengo plata para tomar un avión e ir a ver este espectáculo natural encantador. Estoy convencido de que voy a llegar, no tengo reloj… no tengo tiempo”

Un hombre de palabra…

Para él, cada paso es un tributo a la promesa que hizo a su ser querido, y cada obstáculo es una oportunidad para demostrar su valentía y perseverancia. Camina entre 20 y 25 kilómetros diarios, dependiendo del clima. Camioneras, transeúntes, automovilistas y personas en general se paran a un costado de la ruta para saludarlo, ayudarlo y alentarlo a continuar.
“Esto es palabra, yo lo había hablado con alguien que ya no está en este mundo, un ser querido, que era un viaje que íbamos a hacer. Hicimos un viaje al Machu Picchu y también a Corrientes, a Misiones. Como hay una conversación entre nosotros dos, yo voy a cumplir mi palabra”, contó Diego, quien estima que para el mes de agosto podría estar en Puerto Madryn, para luego agregar: “Voy a ver las ballenas porque yo soy un pobre gaucho, no tengo plata para tomar un avión e ir a ver este espectáculo natural encantador. Estoy convencido de que voy a llegar, no tengo reloj, no tengo tiempo. Yo con ver una ballena y comprarle a mi hija un peluchito de ballena”.
A mediados de junio, el aventurero estaba por Trenque Lauquen (Buenos Aires) para seguir con su hoja de ruta, su carretilla y su gran sueño: cumplir con la promesa. Así, a pesar de las dificultades y la falta de recursos, se muestra decidido y convencido de que logrará su cometido. Su historia de amor y lealtad es una inspiración para aquellos que luchan por sus sueños, incluso en circunstancias adversas.