Mateo tiene apenas 5 años, pero ya ha pasado más tiempo en hospitales que en plazas o jardines. Su infancia está marcada por una enfermedad genética ultrarrara que afecta su único riñón, además de comprometer el funcionamiento de su corazón y su hígado. Conectado a una máquina de diálisis durante largas horas cada semana, este pequeño guerrero lucha con una sonrisa mientras su familia impulsa una campaña urgente: conseguir el trasplante que podría salvarle la vida.
Desde el diagnóstico, la vida familiar cambió por completo. Adaptaron rutinas, espacios y emociones para acompañar a Mateo en su día a día, entre estudios, médicos y terapias. Sin embargo, el tratamiento es complejo y costoso, y no todo está cubierto por la obra social. Por eso, la familia lanzó una campaña solidaria para recaudar fondos y darle a Mateo la oportunidad de seguir adelante.
Mateo tiene 5 años y una enfermedad genética ultrarrara que afecta su riñón, el corazón y el hígado. Necesita un trasplante urgente y su familia lanzó una campaña solidaria para costear el tratamiento. “Cada día cuenta, cada aporte puede ser la diferencia entre la vida y la espera.”
En el marco de esta cruzada, una movida que generó gran repercusión fue el sorteo de camisetas de fútbol donadas y firmadas por jugadores de equipos de Córdoba. Futbolistas de clubes como Belgrano, Talleres, Instituto y Racing, entre otros, se sumaron con sus camisetas autografiadas, que hoy forman parte de una rifa solidaria. Cada número vendido se transforma en una posibilidad más de avanzar hacia el trasplante.
La campaña, que también se mueve con fuerza en redes sociales bajo el lema #UnRiñónParaMateo, busca no solo reunir dinero, sino también visibilizar una historia que podría ser la de muchos niños con enfermedades poco frecuentes. A través de publicaciones, videos, sorteos y colectas, la comunidad se ha ido sumando con gestos de amor y empatía.
Un trasplante que puede cambiarlo todo
Mateo necesita someterse a un complejo procedimiento quirúrgico. Antes de ingresar oficialmente a lista de espera para un trasplante, los médicos deben realizarle una “simulación de trasplante” que evalúe cómo respondería su cuerpo. Mientras tanto, el tiempo corre, y cada día es una carrera contra el reloj.
La respuesta de la gente ha sido conmovedora: escuelas, clubes, negocios y vecinos organizan colectas, rifas y actividades solidarias. Incluso desde el exterior llegan donaciones y mensajes de aliento. Todo lo recaudado se destina a cubrir medicamentos, traslados, insumos médicos y estudios previos que son vitales para sostener su tratamiento.
La campaña, que crece día a día en redes bajo el lema #UnRiñónParaMateo, no busca solo recaudar fondos, sino poner luz sobre una realidad invisibilizada. La historia de Mateo es también la de miles de niños con enfermedades poco frecuentes que necesitan ser vistos, escuchados y acompañados.
Pero más allá del dinero, lo que más necesita Mateo es compañía en esta lucha. La familia pide que se difunda su historia, que se hable de él, que no quede en el olvido. Cada compartida, cada mensaje, cada acción solidaria es un abrazo simbólico que les da fuerza para seguir.
La rifa de camisetas sigue activa, y aún se pueden adquirir números para participar del sorteo. También hay otras formas de ayudar: desde donaciones económicas hasta la difusión en redes. Cada granito de arena construye una esperanza más firme.
Mateo no se rinde. Y su familia tampoco. Necesitan de todos. Porque cuando la solidaridad se convierte en equipo, los milagros son más posibles. Y porque detrás de cada camiseta firmada, hay un corazón que late con fuerza por él.
Más info: unrinonparamateo