Ranking de problemas
Los inconvenientes más frecuentes, que suelen presentar los clientes, varían según se trate de una notebook o PC de escritorio: en el caso de las primeras, generalmente llegan con roturas de bisagras o de disco duro, fallas del sistema operativo o elevado exceso de temperatura al funcionar. Mientas que las PC, los inconvenientes más comunes son respecto al sistema operativo y los virus, los coolers, las fuentes atx y los discos duros.
Es muy común que, con el paso del tiempo, las PC o notebook se vuelvan más lentas. No siempre es por un mal uso, sino que se debe a la utilización de la misma y por no ir actualizando el hardware, que año a año todas las aplicaciones van requiriendo más tecnología de hadware. También el mismo sistema operativo va actualizándose y recabando información innecesaria para el usuario. Otra de las causas, es el mal uso de internet, al navegar por sitios no seguros o desconocidos y no tener protección antivirus adecuada.
Adaptarse a las nuevas demandas
Hoy en día, el uso hogareño de la PC no es lo que era hace unos años, ya que –actualmente- se utiliza mucho streaming (Nexflix, Youtube, redes sociales), video llamada y hasta algunos juegos. Por eso, lo importante a tener en cuenta en una PC, es la cantidad de memoria RAM (mientras más, mejor) y la tecnología de almacenamiento (disco SSD) ya que, cualquier procesador moderno con estas cualidades, funcionaria a la perfección. En caso de adquirir una PC usada, es muy recomendable tratar de mejorarla en los puntos
mencionados anteriormente. También están los equipos armados puntualmente para gamers o preparadas para procesamiento de video edición, diseño industrial o arquitectura (Autocad, Sketchup, Lumion, Solidwork, ect). En definitiva, es fundamental tener en claro para qué se va a utilizar la computadora y, en base a eso, adquirir los componentes adecuados, porque no siempre es requisito fundamental contar con la tecnología más sofisticada. Un aspecto importante a aclarar, para evitar que nuestra computadora se vuelva más “lenta” con el paso del tiempo, es no instalar programas o softwares que realmente no sean necesarios. Una vez instalados, por más que se eliminen, siempre quedarán restos residuales que ralentizarán nuestra máquina.
Virus y quemaduras… ¡de computadora!
Para evitar el ingreso de virus o troyanos en nuestra computadora, es necesario tener siempre activo el antivirus. Si no se va a usar un antivirus pago, es preferible utilizar el antivirus de Windows en las versiones del 8.1 y 10. Las actualizaciones en Windows 10, lamentablemente no se pueden desactivar, ya que solo se pueden pausar por un tiempo máximo de 35 días, en versiones originales.
Por otro lado, muchas veces suceden quemaduras por altibajos eléctricos o sobrecargas. Para evitar eso, es primordial que el domicilio cuente con instalación eléctrica con cable a tierra. Es importante también contar con un estabilizador o protector de sobretensión; preferentemente los UPS aportan no solo los ítem anteriores, también permiten mantener el equipo encendido hasta poder resguardar la información. Cualquier estabilizador o ups, tiene que proveer un 20% de energía adicional al consumo que se va a tener.
¿Apagar y prender?
Muchas veces, establecemos pausas o tiempos en los que no utilizaremos nuestra computadora. Ante estas situaciones, existen otras opciones, además del apagado total de la máquina. Según la necesidad, ésta puede suspenderse o colocarse en estado de hibernación. Cabe aclarar que suspender e hibernar son cosas diferentes. La suspensión mantiene el equipo encendido con el minino consumo de energía; mientras que la hibernación apaga el equipo sin consumo de energía y sin límite de tiempo, es decir, guarda el equipo en el momento actual en disco al encender lo devuelve como estaba.-
Más información: AC Computación – Av. Monseñor Pablo Cabrera 3129 – Tel. 476-7299