Como todos los años, la Iglesia Del Carmen de Córdoba capital organizó una nueva edición de “La Navidad de Todos” el pasado 24 de diciembre para la Nochebuena. La misma está pensada para solos y solas, personas en situación de calle y familias sin recursos. Este año, tuvo lugar en el Polideportivo del Colegio de San José – Hermanas Dominicas (Mariano Moreno 108 – Centro) y contó con la participación de más de 1500 personas.
El evento pudo llevarse adelante mostrando la fe y solidaridad de particulares y empresas que colaboran desde hace 41 años; y gracias a la colaboración y generosidad de Voluntarios que oficializaron de cocineros, mozos y colaboradores, y la donación de toda la comunidad que semanas atrás entregó mercadería, pan dulce, bolsa de garrapiñadas, turrón, bebidas y juguetes.
Hubo una misa de 22 a 23hs. a cargo del Obispo Ángel Sixto Rossi, una deliciosa cena, baile y música folclórica en vivo a cargo de Andrés Clerc, Santiago Castro, Lorena Calderón, Lily Escu y Fede Amarillo.
“La gente es muy agradecida”
El sacerdote Pablo Ureta afirmó que este año “se caracterizó por tener un poco más de gente en situación de calle, pero también gente de distintos ámbitos, de los barrios, de la zona del centro. Fue una fiesta grande, linda y con mucho cariño y amor”.
“Suponemos que por la situación, hasta último momento, estábamos como al límite, pero la gente estuvo como todos los años incondicional con su pequeño aporte”, comentó.
Por su parte, Hilda, una de las voluntarias históricas en estas cenas solidarias, señaló: “Cuando comencé en el año 1998 participaban de la mesa ciento y pico de personas, hoy hay más de mil. Me gusta que el servidor dialogue con la gente, yo me siento y hablo con ellos, participo es muy enriquecedor lo que se obtiene. Toda Navidad es linda, las vivencias son únicas, es una experiencia maravillosa y cada uno lo vive de manera diferente”.
“La gente es muy agradecida por lo que uno le puede brindar: Desde servir un plato de comida, brindar unas palabras, un abrazo, una sonrisa o compartir un baile… Tuvimos como hasta las 3 de la mañana y nos fuimos con el corazón contento”, expresó Sergio, vecino de B° Marqués de Sobremonte y uno de los tantos voluntarios que ofrecieron su tiempo, cariño y generosidad, y afirmó: “Este tipo de acciones te llenan el alma”.