Pedro Cruz y el oficio de reparar máquinas de coser durante 30 años

"Empecé a trabajar a los 16 años en el negocio de ventas y service de máquinas de coser de mi papá. Él fue quién me enseñó el oficio. Hace 30 años que tengo el Taller en el salón de la esquina de mi casa en B° Alto Alberdi", asegura desde su local ubicado en Azpeitia 2902.

Máquinas de cocer

Pedro Cruz (57 años) heredó el oficio a través de su papá Pedro Eduardo Cruz, y desde hace 30 años tiene su propio Taller de reparación de máquinas de coser en su propia casa de B° Alto Alberdi, donde trabaja con horario corrido de 9 a 19hs., de lunes a viernes.

“Arreglo máquinas de coser familiares e industriales, todas las marcas y hago retiros a domicilio. También vendo repuestos, agujas, motores, etc. Es un empleo que demanda tiempo, concentración, dedicación y conocimiento, ya que hay que desarmar, limpiar, arreglar, lubricar y volver a armar la máquina. Todo lo que sé lo aprendí gracias a mi padre”, expresó Pedro en diálogo con EXPRESION NORTE.

“Más allá del paso del tiempo y los cambios culturales y digitales, la gente nunca dejó de
la costura. Desde la ama de casa que tiene pasión por la costura hasta la profesional del diseño de indumentaria, muchos poseen una máquina de coser, nueva o heredada. Por eso, seguimos vigentes reparándolas o haciéndoles un mantenimiento”, aseguró el papá de Julián (27 años), Tomás (18) y Joaquín (11).

Además, agregó: “Eso sí, las máquinas antes se rompían menos porque sus partes estaban hechas de fundición o hierro dulce. De 20 años a esta parte, se empezaron a fabricar cada vez con más componentes plásticos y por eso se rompen quizás más. Las nueva son más débiles al coser telas gruesas y es ahí donde se descalibran y empiezan a fallar. Las máquinas de antes haciendo una reparación a nueva prolongan su vida útil y quedan en perfecto estado”.

A la hora de hablar sobre lo que más disfruta de su trabajo, subrayó: “Lo que más
me gusta es conocer gente y poder brindarles una solución a mis clientes. Por ahí he arreglado máquinas de madres, hijas y hasta de abuela y sus nietas. Lo más complicado es conseguir repuestos, ya que en algunos casos, ya ni se consiguen. La verdad que han pasado rápido estos 30 años. He conocido a muchas personas y de todas seguramente algo aprendí. Lo bueno es que el Taller sigue vigente y que la gente continúa confiando en uno”.

Más información: Tel. 4802195 – Azpeitia 2902 – B° Alto Alberdi.