Por Casandra Quevedo
Un ejemplo a la hora de lidiar con los patógenos
“Las colonias de hormigas tienen una compleja organización social a pesar de la simplicidad de sus miembros. Pueden realizar tareas complejas que en muchos casos exceden las capacidades individuales de una simple obrera: el todo es más que la suma de sus partes. Ahora bien, ¿Cómo lidian las hormigas con sus posibles patógenos, que no son pocos, y a los cuales deben enfrentarse por vivir en sociedad? ¿Qué podemos aprender de ellas? Muchas cosas”, comenzó diciendo la bióloga.
Uno de los principales ejemplos que dio en su análisis estuvo basado en la división de trabajo de estos insectos: “Quienes trabajan fuera del nido no entran a todos sus espacios y viceversa. De esta manera, disminuyen las probabilidades de introducir organismos perjudiciales. Quienes cuidan y mantienen el hongo nunca salen fuera del nido”, explicó la especialista. Esto podría traducirse en los humanos que estamos pasando por la pandemia de la siguiente manera: Quien sale a hacer las compras no entra a la cocina y viceversa.
Pero eso no es todo. Mariana Pereyra también expresó que “las hormigas cuidadoras también presentan un mayor grado de desarrollo de glándulas que les permiten secretar sustancias antibióticas”. ¿Cómo sería esto? Según un experimento realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Lausana (Suiza) demostró que al ser expuestas a las esporas de cierto hongo, las hormigas de la especie “Lasius niger” disminuyeron el número de contactos con sus compañeras de nido e inclusive entraron menos veces a él.
Justamente, este comportamiento fue uno de los principales que fomentó la Organización Mundial de la Salud apenas comenzó la cuarentena obligatoria en todo el mundo. Volviendo al ejemplo de las hormigas, otra similitud es que las que no estaban contagiadas, se aislaron, y las cuidadoras de las crías condujeron las larvas y pupas a cámaras más profundas en sus nidos (aislamiento preventivo).
La prevención como vacuna
“Las hormigas no llegaron a producir vacunas, pero poseen una gran variedad de comportamientos destinados a evitar infecciones”, agregó la doctora en Biología. Lo que explicó que una de las formas es mediante el aseo, ya que hasta “suelen administrarles a sus crías un compuesto que permite desinfectarlas y luego de quitarles de manera mecánica los patógenos”.
¿Otra curiosidad? La especie “Formica paralugubris” incorpora resinas de coníferas y las colocan en sus cámaras de cría. Lo hacen agregando ácido fórmico, lo que aumenta su capacidad antimicrobiana.
Por todo esto y mucho más, es importante que los humanos miremos a nuestro alrededor y aprendamos cómo funciona la naturaleza, ya que ella puede dejarnos enseñanzas súper significativas, mediante estas especies que logaron vivir en comunidad mucho antes que nosotros.
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