Por: Lic. Javier Alday
Analaura Torresvera, es una militante cordobesa trans quien, a sus 53 años, acumula casi cuatro décadas participando en diversas acciones políticas y partidarias, en pos de la igualdad de derechos que fueron y son negados a la comunidad LGBT. Con ella dialogamos.
Analaura, ¿podrías visibilizar la situación social y económica en la que viven muchas de las compañeras del colectivo trans?
A lo largo de la historia, en nuestra ciudad de Córdoba, muy pocas hemos sido quienes tuvimos la iniciativa de participar y luchar por nuestros derechos. Si bien esto es lamentable, pero también es entendible, puesto que todo esto demanda de un gran tiempo y conocimiento, del cual muchas de nuestras compañeras carecen; algunas por falta de voluntad, otras por faltas de interés y, en su mayoría, porque su situación económica las obliga a estar sólo abocadas a su subsistencia. Debemos tener en cuenta que, en Córdoba, el 99% de la población trans se desempeña en el trabajo sexual, cosa que demanda una vida totalmente nocturna, lo que obliga a las compañeras a que se vean auto-desvinculadas de muchas de los temas y situaciones que hacen a sus vidas.
Esta situación se vio agravada, aún más, por la pandemia, ¿verdad?
Económicamente todas, quienes no han trabajado en relación de dependencia, sufren y han sufrido la debacle que la pandemia ha ocasionado. Pero, como aspecto positivo –a mi entender- también ha motivado un cambio para bien, puesto que muchas han aprendido a tener otros hábitos y posibilidades en este corto tiempo.
En cuanto a legislación laboral y sus derechos: ¿Qué tan avanzada, o no, se encuentran las iniciativas de inclusión a nivel local?
Durante el año 2019, presentamos en el Consejo Deliberante, con el aval de la Consejala Nadia Fernández, un Proyecto de inclusión laboral trans. El mismo, trata sobre la participación laboral de las compañeras en la órbita del cooperativismo, de lo privado y de los puestos laborales independientes; pero con el correr del tiempo, el oficialismo radical fue colocando obstáculos en este proyecto.
¿Cómo recibieron la noticia sobre la aprobación, a nivel nacional, del cupo laboral trans?
No me caben dudas que el municipio respetará el cupo laboral, puesto que la actual gestión ha brindado claras muestras de trabajar con y para el colectivo LGTB. Creo que es cuestión de tiempo y capacidad para llegar a acuerdos, en donde podamos logar modificaciones tales como contemplar a las mujeres mayores de 40 años. Sin lugar a dudas, la determinación del Presidente Alberto Fernández, de decretar el cupo laboral, fue tomada de una manera magnífica, pero hay otros proyectos presentándose, por los cuales serán unificados y se logrará una mayor inclusión de lo que el cupo establece. Si nosotras hablamos de “cupo”, de manera intrínseca se establece un límite. Pero nosotras debemos pensar por todas, no por algunas pocas.
¿Cuáles son las próximas luchas en la conquista de los derechos, que aún faltan para el colectivo trans?
La vivienda es una de las grandes luchas que aún tenemos. Muchos propietarios, cuando ven una mujer de condición trans, niegan nuestro derecho al acceso a la vivienda… no se nos respeta, ni siquiera, el derecho a alquilar.
Por último, ¿Qué mensaje quisiera brindar a la sociedad, a través de esta nota?
Lo mismo que le digo a absolutamente a todo el mundo: que aprendan a respetar, porque a la vuelta de la esquina uno no sabe cómo la vida lo puede sorprender. Quienes nos condenan, en algún momento serán padres, madres o quizás ya lo sean; pero esa misma actitud condenatoria, seguramente lo podrán sufrir sus hijos gay.
