Tocaron dos continentes a la vez: la pareja de argentinos que bucearon en la grieta de Silfra

Ubicada entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática, la falla de Silfra, en Islandia, figura entre los 10 mejores lugares del mundo para bucear.

Grieta de Silfra

La grieta de Silfra, está en Islandia, situada entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática. Allí, un argentino oriundo de Mar del Plata, Alfredo Elena, y su esposa Gabriela (una bióloga marina y buzo profesional), se sumergieron en las cristalinas y heladas aguas del lago Pingvallavatn.

La pareja argentina buceó por las cavidades de la falla y recorrió los túneles acuíferos subterráneos que se formaron por un terremoto hace dos siglos. Cabe destacar, que el clima en este lugar durante el mes de agosto es de entre 10 y 14 grados como máxima. Por este motivo, tuvieron que usar un traje de neopreno seco, guantes, gafas y aletas. Las únicas partes del cuerpo que le quedaron al descubierto fueron las manos y una parte de la cara.

Sobre la experiencia climática, Alfredo contó a varios medios: “Tuvimos la suerte de que el día que hicimos la actividad nos tocó un día soleado y casi sin viento. Hacían 13 grados en la superficie y el cielo estaba despejado, pero dentro del agua la temperatura bajaba a 2 grados”.

Por su parte, Gabriela, confesó que “poder bucear en una falla en donde de un lado tenes la placa norteamericana y del otro lado la euroasiática es icónico”, porque no es un buceo complicado sino muy frío que requiere un entrenamiento específico y la utilización de un equipo adecuado.

Esto último quiere decir que el tipo de buceo que se practica en la falla de Silfra es corto, técnico y no tan profundo. El recorrido dura media hora, se realiza en grupo y con un guía. La vivencia Alfredo dejó bien en claro que no es necesario tener una experiencia amplia de buceo para nadar en este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Sin dudas, se trata de un espacio submarino testigo de millones de años de evolución geológica, que sigue en proceso. De hecho, ambos continentes se siguen alejando uno de otro unos dos centímetros cada año. Por eso, Gabriela concluyó: “Es uno de los lugares que todo buzo científico debe conocer. Es la meca a la todos quieren acceder después de haber buceado años”.