Vecina de B° Poeta Lugones encontró en la confección de barbijos una fuente de ingreso

La otra cara de la Cuarentena. Liz comenzó haciendo barbijos de tela para su familia con la intensión de prevenir el Coronavirus. Los publicó en sus redes y ahora la gente, no para de pedírselos. Confecciona 30 por día y los hace para todas las edades.

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No todo es pálida con la cuarentena y el Coronavirus. Dicen que las crisis y el caos también surgen oportunidades. Tal es el caso de Elizabeth Annovazzi, vecina de B° Poeta Lugones que encontró en la confección de barbijos una fuente de ingreso y de trabajo inesperada.

“Soy muy emprendedora e inquieta, siempre busco cosas nuevas para hacer y soy autodidacta. Empecé con la idea de hacer barbijos para mí familia y los publique en mí blog. Gustaron un montón y me empezaron a encargar… ¡No lo podía creer!”, señaló Liz en diálogo desde su casa con EXPRESIÓN NORTE.

Así, en tiempos de aislamiento obligatorio, esta ama de casa, costurera y 100% emprendedora, realiza barbijos con tela para todas las edades y los pedidos no paran de llegar.

“Me puse a investigar y ver cómo los que usan los chinos y coreanos y empecé a probar modelos. Lavo las telas con un programa saborizante de mi lavarropas, plancho, corto en serie, luego empiezo a coser, desinfecto la máquina varias veces al día; y una vez terminados, los vuelvo a planchar y poner lysoform para embolsarlos”, explicó, para luego remarcar: “Los hago con mucho cuidado. Son tres capas de tela y uso gel, desinfecto la máquina de coser y trabajo con mi barbijo, con guantes y desinfectándome a cada rato.

Siento que puedo ser útil a los demás y eso me encanta. Empezó siendo una idea para cuidarme y cuidar a mi familia, y de repente, me tuve que poner a fabrica porque la gente me empezó a pedir”.

“Le traté de poner un precio razonable: $150 cada uno o de 4 en adelante, $120 cada uno. Hago para niños, jóvenes y adultos. Hay diferentes modelos y estampados. La tela es 100% de algodón y son lavables. Confecciono unos 25 a 30 por día y si es cerca, los entrego en mí auto o los vienen a buscar. Eso sí, los atiendo con guantes y barbijo y solo en la bolsita y sin abrirla”, comentó Liz, quién no se considera una modista, ya que como buena Geminiana no le gusta encasillarse solo en una cosa.

“Mi madre era modista y yo siempre la observaba trabajar y me gustaba, pero no soy modista, soy súper emprendedora y me gusta hacer miles de cosas. Después que pase la Pandemia, si me piden, seguiré haciendo barbijos; y si no, continuaré con mis bordados en pedrería, trajes de árabe y con mí otra página que es Aguada artesanías, dónde me dedico a la pintura”, afirmó esta vecina multifacética de B° Poeta.

Más información: Facebook: LizQueen – Instagram: @lizqueenandco