“Violines El Sixto”: un proyecto que gira en torno a la música y la inclusión

Con maderas recicladas y donadas, dos luthiers construyen diferentes instrumentos de cuerda para orquestas juveniles.

Por Casandra Quevedo

El Sixto

Su pasión por la música se convirtió en una herramienta para la transformación social. Es que Rafael Gedda y Hernán Rojo son dos músicos que se unieron para crear “Violines El Sixto”, un proyecto donde, a partir de madera donada, crean instrumentos que luego utilizan músicos de orquestas juveniles o barriales.

“Hace 25 años que trabajo con instrumentos clásicos y por estar en contacto con las orquestas, sabíamos de la dificultad que tienen estás de conseguir instrumentos de calidad a un costo reducido. Ya hacía tiempo que nos venía rondando la idea pero todavía no teníamos el diseño”, contó Hernán.

Así fue como nació después “Violines El Sixto”, proyecto que lleva su nombre en homenaje a Sixto Palavecino, violinista referente de nuestro folclore y quién se hizo sus primeros violines. En cuanto a los diseños, este grupo de amigos le encontró rápidamente la vuelta: “Cada uno es particular porque están hechos todos y en su 100% con maderas recuperadas y resignificadas que sacamos de muebles antiguos y otra objetos que nos llegan”, aseguran.

Además, Hernán contó que todos los instrumentos reciclados funcionan muy bien, pero que puede haber diferencias en el timbre sonoro y también en la estética porque dejan a la vista las maderas, para que se note de dónde vienen. También agregaron que “son únicos y distintos a todos los violines, los que les da un carácter y personalidad propia”.

Actualmente, Violines El Sixto funciona en la calle Laprida, a metros de La Cañada. Allí crean (además de violines), violas, violonchelos, guitarras, cajones peruanos, bombos. Sobre su formación como luthier, Hernán Rojo confesó: “Personalmente tuve la suerte de tener un maestro italiano (Franco Ponzo), quién me enseñó mis primeros pasos en la construcción tradicional de violines, violas y vellos. Después vino la asociación Argentina de luthiers y ahí nos conocimos con Rafa Gedda”.

Los amigos contaron que lo mejor de este oficio es “ver a los músicos expresarse con los instrumentos” que hacen, ya que sin ellos no tendría sentido. También sumaron que a los chicos y jóvenes de las orquestas barriales les encantan por su diseño, su comodidad y facilidad para ejecutarlos, pero principalmente porque sienten una pertenencia mayor. “Saben que están hechos para ellos y que con ellos van a crecer”, aseguraron.

Este rol social es el motor de este proyecto que crece a pasos agigantados. Por ahí pasa el orgullo de Rafael y Hernán, quienes tienen en claro que le dan la posibilidad de participar y tener acceso a la música a chicos que viven a diario una realidad social muy dura. Por último, sobre el futuro de “Violines El Sixto”, expresaron: “Imaginamos este proyecto con un rápido crecimiento. Nuestro deseo es que se replique en otras partes del país y que llegue a ser parte de nuestra identidad musical y sonora”.